El arenal por antonomasia de Gijón se estrena este verano como espacio libre de humo, en un esfuerzo por reducir el hábito del tabaquismo dentro del municipio
Quienes desde hoy escogen la playa de San Lorenzo como espacio en el que escapar del zarpazo del creciente calor habrán reparado, tal vez, en ciertas placas de nuevo cuño instaladas en varios de sus accesos, o en la bandera blanca y azul que ondea a pocos metros de la ‘escalerona’. Recursos todos diferentes en diseño, aunque con un mensaje común: la identificación del arenal como espacio libre de humos. Porque desde hoy, Día Mundial Sin Tabaco, la emblemática franja costera gijonesa se ha convertido en la primera de su clase de la ciudad integrada en la Red Asturiana de Playas Sin Humo, cuyo objetivo no es otro que reducir el consumo de tabaco en su área y, de paso, inculcar en vecinos y visitantes el progresivo abandono del tabaquismo. La medida, eso sí, no es de carácter obligatorio.
En total, son seis las entradas y salidas que disponen de tales indicaciones, reforzadas por la bandera, cuyo izado oficial ha tenido lugar esta mañana, en presencia de representantes de los gobiernos municipal y autonómico, y de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Paralelamente, durante el verano el sistema de megafonía de la playa repetirá consignas a favor de la renuncia al consumo de tabaco, amén de enfatizar los efectos nocivos que tales productos tienen no sólo para la salud del fumador, sino también para la de quienes le rodean y, en último término, para el medio ambiente. A mayores, desde el Ayuntamiento no se descarta la integración de otras playas locales en la red.
De este modo San Lorenzo, junto con Torbas, Monellos y Riboira, en El Franco, y la Ñora, en Villaviciosa, se une a un dispositivo que, en la actualidad, ya suma veintisiete playas por toda Asturias. No obstante, a escala de municipios, por ahora sólo los concejos de Castrillón y el Franco tienen toda su costa libre de humos, con todos sus arenales integrados. Esa proporción, empero, es probable que crezca; sobre todo, a tenor de los datos arrojados por la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES), hecha en 2022 y que indica que aún hoy, en Asturias, un 30% de las personas entre 15 y 64 años son fumadoras. La tendencia es a la baja, cierto, pero la cifra todavía es relevante.
«Esta medida obliga moralmente al fumador a decir que aquí, no», apunta Lidia Clara Rodríguez
«En este proceso vamos sumando voluntades, y cada vez más personas opinan lo que nosotros estamos promoviendo», ha compartido esta mañana Lidia Clara Rodríguez, directora general de Salud Pública del Principado, durante el acto de entrega del diploma acreditativo de la nueva condición de San Lorenzo. Porque, aun sin tratarse de imposiciones, la designación de espacios libres de humos «obliga moralmente al fumador a decir que aquí no va a fumar; eso le viene bien a él, pero, además, permite tanto proteger la salud de las personas que están cerca, como trabajar el concepto de una sola salud», en el que se incluiría el bienestar medioambiental.
Rodríguez también ha recordado que el 90% de los cánceres de pulmón «tiene su origen en el tabaco», amén de «en el 50% de la mortalidad por enfermedad cardiovascular». Del mismo modo, ha lanzado un duro mensaje en contra del uso de vapeadores y de otros derivados del tabaco, recursos todos «más dirigidos a la población adolescente y joven, para que se inicie en el consumo, con el argumento de que son menos nocivos. Eso no es verdad, como tampoco que sirvan para dejar de fumar». Y ha concluido señalando que, si bien su utilización aún suma «un porcentaje pequeño, de alrededor del 10%», la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que » que dicen que «los menores de 18 años que consumen tabaco mediante vapeadores tienen el doble de probabilidad de pasar al tabaco convencional».
Ante semejante escenario, Miguel Ángel Calero, presidente de la AECC en Gijón, ha animado a que la designación de espacios sin humo no se circunscriba sólo a las playas, sino también «a instituciones deportivas, eventos multitudinarios, marquesinas de autobús, terrazas…». Ahora bien, ha celebrado que, desde que en 2021 se creó la red, «ya hemos conseguido unos trescientos espacios libres de humo». Y se ha despedido informando de que «el objetivo que nos hemos marcado en la AECC es lograr una generación sin tabaco en 2030».
Por su parte, la alcaldesa de Gijón, Ana González, ha puesto el foco en que es tabaquismo «es muy dañino no sólo fisiológicamente, sino también intelectualmente, porque perdemos la capacidad de decidir». Del mismo modos, ha planteado que, si bien «nos ha costado tres años de decisiones» introducir San lorenzo en la red, «en la vida, lo importante es empezar a hacer cosas». Y ha finalizado que lo ocurrido hoy, como la propia playa gijonesa, «es más que un mero símbolo».