«Me encontrado con equipos totalmente masculinos y donde les costaba aceptar una jefa más joven y mujer»

Siempre quise trabajar en cocina, pero en mi casa decían que era de hombres y que era muy sacrificado así que finalmente opté por acabar el bachiller y comenzar a estudiar ingeniería industrial. Hice un postgrado en robótica por la universidad de Alicante y tuve un negocio propio durante 4 años antes de decidirme a dejarlo todo, irme a otro país – estuve unos 3 años en Galés- y lanzarme al que siempre había sido mi sueño, cocinar en una cocina profesional.
Tras un mes dando tumbos por el país conseguí un restaurante donde me dieron la oportunidad de empezar, era un restaurante de mucho nivel pero el dueño era Español y allí empezó todo.
Durante año y medio estudiaba hostelería en el Bridgende College y trabajaba y allí acabé de jefa de cocina en el nombrado como mejor restaurante de cocina extrangera de Gales. Tuve la oportunidad entonces de volver a España para trabajar para Nacho Manzano donde aprendí mucho y tras un tiempo comenzar a coger las riendas de un par de cocinas de hoteles de alto nivel antes de embarcarme en el proyecto del Kraken ArtFood en el BIOPARC acuario de Gijón.

Si es cierto que he pasado por cocinas donde no lo he tenido fácil, especialmente en las que me encontrado con equipos totalmente masculinos y donde les costaba aceptar una jefa más joven y mujer. Incluso en Gales tuve un compañero, que presumía de que las mujeres teníamos una o dos neuronas con suerte, y que no servíamos para nada. Si es cierto que también he tenido, y actualmente tengo, compañeros fantásticos.
Pero son este tipo de comportamientos tan negativos los que a veces nos ponen las cosas más difíciles y que unido a que muchas veces tenemos que sacrificar en mayor medida nuestra vida personal que los hombres – por ejemplo en el aspecto de dar a luz y ser madres- , tenemos que ser fuertes, estar unidas y luchar con todas nuestras ganas por cumplir nuestro sueño. Seguir demostrando que podemos hacerlo, que queremos dar guerra y, sobre todo y lo más importante, que el talento no tiene género.
Lara Roguez es chef del restaurante El Kraken