Víctor Manuel Fernández hizo una importante inversión para un proyecto de tres hoteles autosostenibles en Arabia Saudí, Bahrein y Kuwait. Nunca vieron la luz
El empresario de Gijón Víctor Manuel Fernández ha presentado una querella contra el jeque árabe Nasser Bader, al que acusa de estafarle 2,8 millones de euros por un proyecto para la construcción de tres hoteles autosostenibles en Arabia Saudí, Bahrein y Kuwait, mediante una tecnología de fabricación de agua a través del aire, de la que tenía la patente y que nunca ha visto la luz a pesar de la inversión.
La querella la ha interpuesto en el Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón el letrado alicantino Pedro Beltrán, presidente de la Asociación Europea de Abogados (AEA), quien considera que su cliente ha sido víctima de «un engaño y una estafa manifiesta» por parte del jeque, que consiguió que Víctor Manuel Fernández le traspasara el 50 por ciento de sus sociedades. Además, recalca que el querellado hacía gala de su relación especial con la familia real saudí, para convencer a su cliente de que contaba con medios económicos para hacer frente a cualquier acuerdo que alcanzaran. En concreto, el empresario de Gijón pide en la querella, que aún no ha sido admitida a trámite, que se cite a declarar como testigo al príncipe heredero.
Un negocio de 55 millones
Según explica la parte querellante, el jeque se puso en contacto con el empresario de Gijón al conocer que tenía la propiedad intelectual de la patente internacional para la construcción de un tipo de hotel sostenible conocido como Water Building y Water Tower, y la tecnología para la fabricación de agua a través de aire, y se ofreció a ayudar en la construcción de tres edificios de este tipo en Arabia, Kuwait y Bahréin (cada uno con 15 plantas y 200 habitaciones). El negocio ascendía a 55 millones de euros y se requería una aportación inicial de 2.750.000 euros (el 5%). El pacto alcanzado consistía en que el empresario le cedía la mitad de las acciones de sus sociedades de forma gratuita por el precio de un euro simbólico, y le cedió los conocimientos tecnológicos y el uso de la patente para construir los Water Building, a cambio del pago inicial del 5% del proyecto, y más tarde el resto de las cantidades previstas en el contrato.
Sin embargo, el jeque se apropió de la tecnología, las acciones y «no pagó absolutamente nada». Para el letrado, «se ha inducido a un acto patrimonial de disposición de la mitad de las acciones de dos sociedades, se ha bloqueado la gestión de las mismas (durante tres años) y no se han cumplido en absoluto las obligaciones». «El jeque se apropió de la tecnología, se apropió de las acciones y no pagó absolutamente nada», ha añadido.
Relación estrecha
El letrado subraya que el jeque, con quien ya no han podido volver a contactar, aseguraba tener una relación «estrecha» y «directa» con el príncipe heredero y la familia real saudí, país donde han podido averiguar que, ahora, ha iniciado la construcción de una ciudad sostenible con este mismo sistema, patrocinada por su gobierno. Beltrán ha ofrecido todos los detalles de la querella y la sucesión de hechos en una rueda de prensa en Alicante, donde ha indicado que el escrito se presentó hace dos semanas en los juzgados de Gijón y aún no ha sido admitido a trámite. En ella se pide el interrogatorio del querellado, el jeque Nasser Bader K.Almutairi, a través de la Embajada de Arabia Saudí en Madrid, y la declaración como testigo del príncipe heredero, citado a través de la misma sede diplomática.
El letrado subraya la relación de la familia real saudí porque «él dice que es amigo y que tiene una relación muy directa con el príncipe heredero» y recalca la coincidencia «muy clara de fechas» con la construcción de la ciudad sostenible en ese país con el sistema de su cliente. «Este señor viene a España, se lleva la patente, se lleva la forma de hacer las máquinas, ve cómo funcionan y luego no cumple ninguno de los compromisos; y sin embargo allí sí que lo están haciendo. Se lo han llevado gratis y los beneficiarios son los saudíes, en concreto, el fondo público saudí. Aparte de que este señor, lógicamente, ha estafado como mínimo 2,8 millones de euros, qué es el precio en el que se estableció el depósito inicial», ha expuesto.
El letrado admite que ha existido un «exceso de confianza» por parte del empresario de Gijón, pero ha insistido en el ánimo «defraudador» del jeque y lamenta que ahora su cliente no puede buscar ofertas de otros grupos para hacer este tipo de hotel «porque, efectivamente, le ha bloqueado las sociedades sin aportar absolutamente nada». Ha habido un exceso de confianza, sin duda, pero es un negocio en el cual la otra parte ha defraudado las expectativas que se habían puesto en él», ha zanjado.