Agosto se perfiló como el mes con más usuarios de la serie histórica, más de dos millones, y su día 14, como el más fluido, con 87.283 viajeros; en la empresa atribuyen el éxito al impacto de la reducción tarifaria, iniciada el año anterior
La buena salud que, a nivel de usuarios, exhibió la Empresa Municipal de Transporte Urbano de Gijón (EMTUSA) en los distintos semestres del pasado año ha quedado refrendada a una escala conjunta. Según refleja el balance de la compañía pública referente al ejercicio recién terminado, al que ha tenido acceso miGijón, a 31 de diciembre sus distintas líneas habían proporcionado un resultado de récord, transportando dentro de las fronteras del municipio a un total de 22.276.766 viajeros. Semejante montante constituye un incremento del 12,67% con respecto a las cifras recopiladas en 2023, cuando se dio servicio a 19.770.876 pasajeros, y sostiene la convicción de los cuadros de EMTUSA, reflejada en el documento, de que el finalizado hace hoy ocho días fue «un año histórico» en materia de movilidad pública para la ciudad.
Un descenso al detalle permite distribuir tales cuantías de una forma más precisa. Así, por periodos el mes de agosto fue el más destacado no sólo de 2024, sino de toda la serie histórica, al haberse registrado hasta 2.029.497 usuarios; es más, el día 14 fue especialmente potente, con 87.283 viajeros. Por contraste, en el mismo mes de 2023 viajaron ‘sólo’ 1.815.701 personas, y en el de 2022, 1.388.892. Si se mira el extremo contrario de la relación, febrero aportó el periodo de menos utilización de los autobuses de Gijón, con 1.726.159 pasajeros, algo habitual dada su menor disponibilidad de días. De hecho, el siguiente mes menos nutrido fue marzo, con 1.742.881, acaparando un dudoso honor que, en 2023, había asumido enero, con 1.427.166. Ahora bien, no todas las líneas de EMTUSA han cosechado resultados semejantes… La L1 entre el Cerillero y Cabueñes, con 3.854.124 viajeros; la L12, entre el Cerillero y Contrueces, con 3.657.241, y la L15, que conecta Nuevo Roces con El Lauredal, con otros 3.119.863, lideran el ranking. A la cola están la L21, entre el Hospital de Jove y la Campa Torres, con apenas 2.702 pasajeros, y la L36, de Tremañes a La Calzada, con otros escuetos 3.401.
El 2024 también ha confirmado la franca decadencia en la que se encuentra el billete ordinario, utilizado en sólo un 6,71% de los desplazamiento, expidiéndose un total de 1.495.487 de ellos, una merma del 1,15% con respecto al ejercicio previo. Frente a ello, los distintos bonos y abonos disponibles acapararon el 93,29% de la demanda, con 20.781.279 usos. El bono normal fue el más socorrido, con 8.045.537 utilizaciones, seguido por el reservado a personas mayores de 65 años, con 3.125.140, y por el diseñado para menores de diecisiete, con 2.633.367. En cualquier caso, todas esas categorías han vivido aumentos importantes en comparación con 2023; sobre todo, el abono para mayores de 65, que creció un 15,66%. Finalmente, la tarjeta ConeCTA, de alcance regional, fue empleada por 1.995.077 viajeros, un 54,34% más que a lo largo del año previo, cuando ese montante se limitó a 1.292.628.
Los datos son reveladores, desde luego, pero… ¿A qué responden? O, dicho de otra forma… ¿Por qué lo son? Bien, el informe emitido por EMTUSA no profundiza excesivamente en ese aspecto, aunque sí aporta una posible clave: la nueva política tarifaria, implementada ya en 2023 y que ha tenido continuidad en 2024. Dicha política contempla una rebaja general del 50% en los bonos y abonos, con la diferencia costeada en un 20% por el Consistorio, y con el 30% restante en manos del Gobierno central. Esa estrategia ha multiplicado la accesibilidad del servicio de autobuses y, por extensión, su atractivo entre los vecinos. Sobre todo, en un momento en el que las dificultades para estacionar vehículos privados crecen, y el transporte público se postula como la solución más útil a semejante problema.