Si alguna mente pensante cree que hay edad para ser antroxero, está pero que muy equivocada. Y si tienen alguna duda, que le vayan con el cuento a Felipe Martínez “dinosaurio en extinción” y “jefazo” de los de Kop’a Vino
Si alguna mente pensante cree que hay edad para ser antroxero, está pero que muy equivocada. Y si aun con esta certeza, tienen alguna duda, que le vayan con el cuento a Felipe Martínez “dinosaurio en extinción”, según sus propias palabras, “jefazo” de los de Kop’a Vino, la charanga que cerrará el domingo día 11 el concurso de estas formaciones en el Teatro Jovellanos.
Desde los 14 años lleva dando la vara, este antroxero, que tiene a sesenta personas en formación día, por los alrededores, de Contrueces, barrio al que pertenecen casi todos. “De golpe y porrazu, entraron no se sabe cuántos” confirma. Gente joven, que hace mucha falta en esta charanga fundada en el año 1987 y que, según Martínez “son los que realmente mandan ahora” Y es que sobre ellos recae un peso muy importante a la hora de concursar, porque son los que se encargan de las letras de las coplas y “son muy puntillosos”, asegura.
Bromas aparte, todos ellos se consideran una familia muy bien avenida “no queremos malos rollos, ni broncas” Ni siquiera a la hora de organizar el vestuario, que confeccionan y adornan ellos mismos, se tiran los trastos (plumas, lentejuelas y demás atrezo) a la cabeza. Inmersos en lo que se avecina, no se les ocurre salir ni del gimnasio del colegio Noega ni de la cancha del Piñole, porque Felipe, el monarca del grupo, está pasando lista.
Perdíos de los nervios están, como siempre por estas fechas, los 43 de esta charanga, que hasta el sábado no mostrarán su “mascarita”, saliendo a actuar en penúltima posición. Sara Rubio, presidenta del grupo, confiesa: “El verano lo tomamos con mucha calma, más que nada porque es importante desconectar” “Nosotros somos pocos y además es muy complicado juntarnos porque hay mucho sanitario y los turnos ya se sabe cómo son” Se refiere a que les es casi imposible participar en otros desfiles, como hacen otras charangas.
En cuanto a la confección del vestuario, parten de un patrón que luego van seguramente y conociéndolos, complicando cada vez más, hasta conseguir que sea llamativo y divertido además de criticón. “Esa es una de nuestras características, la crítica social”. Mientras tanto y no llega el gran día, siguen con sus ensayos en Pescadores en el barrio Virgen dela Soledad.