Puede que adolezca de no pocos defectos, que a menudo sea lenta, que no siempre resulte equitativa… Pero es innegable que, en ocasiones, la justicia cumple con su cometido. Porque el presunto de del atraco perpetrado el pasado jueves en una farmacia del casco histórico de Avilés ya se encuentra en el Centro Penitenciario de Asturias, después de que agentes de la Policía Nacional destacados en dicha localidad le echasen el guante. Es más, en su domicilio se halló un terminal telefónico que figuraba como sustraído durante cierto robo con fuerza cometido días antes contra otro establecimiento de la ciudad.
Según el atestado policial, el día de autor el sujeto entró en la farmacia en cuestión ocultando parcialmente su rostro con la capucha de la prenda que portaba, y amenazando con un cuchillo a las empleadas que, en esos momentos, se hallaban al frente del negocio. A la voz de «Esto es un atraco», les exigió que le entregaran el dinero de la caja registradora, consiguiendo llevarse en menos de un minuto la recaudación del negocio y huir a la carrera.
Inmediatamente se trasladaron al lugar dotaciones pertenecientes al Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional, si bien en ese momento no fue posible localizar al ladrón. Por ello, se iniciaron las investigaciones para el esclarecimiento de lo sucedido, que no tardaron en dar frutos; los testimonios recabados a testigos y a las víctimas determinaron que el sujeto podía ser un hombre con antecedentes policiales que residía en una vivienda de la zona. Ante ese indicio, los uniformados establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del domicilio, que permitió su localización y detención. En los registros practicados se hallaron evidencias sobre la perpetración del robo.