Desde la Asociación Vecinal ‘El Roble’ agradecen la elección de su barrio, al tiempo que critican un alumbrado navideño limitado, en palabras de su presidente, Tino Bermúdez, a «cuatro luces de mala muerte»
Montevil es estos días un lugar marcado por la ilusión, por una sana impaciencia que crece cada vez que los ojos de sus habitantes se posan en una fecha concreta del calendario: el 5 de enero de 2024. Y lo cierto es que no faltan motivos para ese anhelo colectivo mal disimulado. Ese día, tras varios años sin serlo, el barrio recuperará su condición de punto de salida de la esperadísima Cabalgata de Reyes, un honor que vuelve a poner en el foco navideño a la zona sur de Gijón. Será, además, una edición digna de recuerdo por un segundo regreso: el de la recepción que se organizará para Sus Majestades de Oriente en la propia Sede Consistorial, con presencia de las principales autoridades de la ciudad.
Será a las 18.30 horas cuando la comitiva, formada por los Monarcas y por sus respectivos séquitos, y aderezada con múltiples grupos de baile, partirá de las inmediaciones del colegio público Montevil. Desde allí, recorriendo la calle Río Eo, tendrá su primer cambio de rumbo en el cruce con la calle Pintor Manuel Medina, desde la cual se dirigirá a la carretera Carbonera para, acto seguido, enfilar la avenida Schulz. En la calle Manuel Llaneza se producirá un nuevo giro, esta vez por Hermanos Felgueroso, desde donde se seguirán la calle San Bernardo, la plaza del Instituto y la calle Jovellanos, antes de penetrar en la siempre concurrida Los Moros, de derivar hacia Munuza y de cruzar la plaza del Carmen. Una vez allí se dará el salto a Felipe Menéndez y Marqués de San Esteban, antes de concluir en los Jardines de la Reina, junto a las ‘letronas’. Con el recorrido acabado, Melchor, Gaspar y Baltasar acudirán al Ayuntamiento, donde serán recibidos a las 21.30 horas.
«Menos mal que sacaron la Cabalgata de los sitios de siempre; los niños y los mayores agradecerán no tener que irse al bullicio del centro»
«Estamos encantados. Todos. Es una alegría que nos haya tocado», admite Agustín ‘Tino’ Bermúdez, presidente de la Asociación Vecinal ‘El Roble’. Lo es, de hecho, desde hace casi un cuarto de siglo, exactamente el mismo tiempo de vigencia que la organización que encabeza cumplirá en 2024. Por eso, la elección del barrio como inicio del trazado ofrece a los lugareños un sabor aún más dulce de lo previsible, como si de un regalo de Reyes en sí mismo se tratase. Y todo apunta a que no faltarán quienes la disfruten en sus calles. Con una población joven nada desdeñable, hasta el punto de que «nuestra guardería está ya bien cubierta», niños y mayores desafiarán el más que previsible frío de esa tarde para disfrutar de un acontecimiento que muchos ya ven como histórico. Pero, sobre todo, para Bermúdez y los suyos será un ejercicio de justicia ciudadana. «Menos mal que se decidieron a sacar la Cabalgata de los mismos sitios de siempre; los niños y los mayores agradecerán no tener que irse al bullicio del centro», concluye.
La tranquilidad que el presidente vecinal preconiza será la tónica en Montevil durante estas fiestas. Fuera del desfile de Sus Majestades de Oriente el 5 de enero, ‘El Roble’ no ha confeccionado una programación navideña específica, ni prevé hacerlo a estas alturas, estando como está «saturada de actividades: yoga, pintura, ordenadores… Nos gustaría hacer más cosas, pero el local municipal que nos asignaron es demasiado pequeño, y no podríamos meter a mucha gente a la vez». Es más, la emoción ante la Cabalgata que se avecina no mitiga el carácter reivindicativo de la asociación. Tanto es así que Bermúdez alza la voz contra el despliegue de adornos de Navidad hecho este año en el barrio, y que considera «muy pobre, menor que otras veces. En Brigadas Internacionales y en el cruce de Carbonera con Velázquez solían colocar algo curioso, pero ahora han puesto cuatro de luces de mala muerte, y mal. No sé si es que destinan los recursos a otros barrios, pero no estamos contentos con eso».