La AESA decidirá las sanciones que se impondrán a los pilotos de las aeronaves, quienes las hicieron volar sobre San Lorenzo pese a que todo el espacio de la bahía había sido declarado Área Temporalmente Restringida
Cientos de miles de personas, casi medio millón según las estimaciones más optimistas, se agolparon el pasado viernes en San Lorenzo, dispuestas a disfrutar de un acontecimiento prácticamente único: la exhibición aeronaval que, como parte de los actos previos al Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS), se desarrolló en aguas y cielos de Gijón. Sin embargo, hubo dos espectadores indeseados entre esa tupida masa de curiosos; o, mejor dicho, sobre ella. Porque la Policía Nacional interceptó y capturó dos drones (conocidos en el ámbito profesional como sistemas aéreos no tripulados, o UAS, por sus siglas en inglés) que sobrevolaron la bahía sin autorización, en un momento que dicha zona había sido declarada Área Temporalmente Restringida. Las aeronaves están ahora en poder de las autoridades, y sus pilotos permanecen a expensas de que se determine qué sanción recibirán.
Esa decisión recaerá en la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), que ya está evaluando el caso. Y es que, dada la importancia y la excepcionalidad de los hechos celebrados en Gijón durante esos días, la zona se encontraba protegida con diversos sistemas de detección e inhibición de drones, garantizando un espacio aéreo seguro. Todo ello, en coordinación con el helicóptero de la Policía Nacional, un Airbus Helicopters H135 designado por los agentes ‘Condor’. De hecho, fueron los inhibidores los que permitieron ‘derribar’ ambas aeronaves no tripuladas; una, en el cerro de Santa Catalina, cerca del ‘Elogio al Horizonte’, y otra, sobre La Providencia. Ninguno de los dos vehículos llegó a estar operativo durante el grueso de la exhibición.