El socialista Ángel García, ‘Cepi’ atajaba así las críticas de Podemos a la adquisición del electrodoméstico; la polémica ha llegado, incluso, al programa de COPE ‘La Linterna’, y ha forzado al regidor a aclarar que el artilugio «no ha sido comprado»

En su novela ‘La sombra del águila‘, el escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte ponía en boca de Napoleón Bonaparte una atinada descripción del carácter español. «Es un país donde no hay dos personas que tomen el café igual», afirmaba el desterrado emperador francés. Y lo cierto es que lo ocurrido estos días en el Ayuntamiento de Siero parece confirmar lo acertado de semejante metáfora. La escena política del municipio ha estallado entre el enfado y la sorna después de que, a la petición de explicaciones de la oposición sobre la presunta adquisición de una cafetera de alta gama para el Consistorio, el alcalde, el socialista Ángel García, ‘Cepi’, respondía con un tan aplaudido como censurado «Están todos invitados a un café«.
Fue en el Pleno ordinario de marzo cuando la concejala Silvia Tárano, de Podemos, pidió al Ejecutivo explicaciones sobre un cargo de 1.225 euros consignado en las facturas del último trimestre, y correspondiente a la compra de «una cafetera superautomática para despacho de Alcaldía» que, a juicio de la edil, triplica en precio al de mercado. Ni corto, ni perezoso, ‘Cepi’ optó por tirar de humor en su respuesta. «Están todos ustedes invitados a un café cuando quieran; lo que les ruego es que traigan un poco de bizcocho o galletas de casa, si tienen, que a mí me encantan«, contestó el regidor. Por supuesto la polémica, como el café, estaba servida, y la sala no tardó en dividirse entre quienes celebraron la ocurrencia, y los que la interpretaron como una falta de respecto.
El asunto ha hecho correr ríos de tinta dentro y fuera de Siero, y ha sido ampliamente comentado en las redes sociales y en los medios de comunicación. Incluso el periodista madrileño Ángel Expósito, presentador y director del programa de COPE ‘La Linterna’, se refería al particular este martes, criticando lo ocurrido y comentando que «un café de 1.200 euros… ¡Estaría bueno que saliera malo!». Por su parte, también ayer ‘Cepi’ aparecía en el diario El Comercio, taza en ristre y acodado sobre la cafetera de la discordia, para aclarar que el electrodoméstico de marras no ha sido comprado, sino solicitado a una empresa de vending, por lo que el Consistorio sólo debe abonar el café y el azúcar. Que su explicación aplaque los ánimos del resto de partidos, o no, es algo que sólo el tiempo y unas cuantas tazas más dirán…