“Lo de reforzar ya no los sanitarios que entiendo que sea difícil, pero los servicios administrativos y auxiliares no debería ser ciencia aeroespacial”
Están locos estos romanos, esta frase es la que decía Obelix cuando los romanos intentaban una y otra vez atacar a su aldea fracasando en todos los intentos y saliendo siempre malparados, ante unos galos con su poción mágica.
Pues algo similar debe pensar el COVID de los asturianos, porque tratan de vencer al virus utilizando siempre las mismas estrategias fallidas una y otra vez sin éxito, y lo que es peor mermando la calidad asistencial del servicio público de salud.
Pero mejor poner ejemplos, aquí se sigue optando por los cierres y por unos camareros que ejerzan de policías, que se les otorga la potestad de pedir un documento sanitario privado, y no deja de ser una paradoja que para pedir comida basura o alcohol te pidan un documento sanitario sobre si estas vacunado del COVID, pero no un documento sobre el nivel de colesterol en sangre o si eres alcohólico, que casi tendría más lógica, ya que como se ha demostrado un vacunado también contagia.
Siendo la anterior medida poco útil y además que vulnera las libertades fundamentales de las personas en un estado de derecho, se declaran cierres de bares y ocio nocturno las mismas medidas una y otra vez, lo que nos hace parecer que vivimos en la película el Día de la marmota, que además una medida que no se ha probado su eficacia a la hora de vencer el COVID, pero si es muy eficaz en cerrar negocios, generar desempleo y crear ruina.
Con todo esto quizás ante una variante más contagiosa y menos dañina que las anteriores una estrategia habría sido aumentar los puntos de test diagnóstico, y reforzar el sistema de salud haciendo especial hincapié en la atención primaria.
Pues no, se opta por la estrategia de cierres y reducir los puntos autocovid, sin ir más lejos en Gijón creo recordar (sino corríjanme) tuvo cuatro colas para el autocovid, dos en las mestas y dos en la escuela de marina, ahora solo hay uno en la escuela de marina, por lo que conseguir cita en el autocovid tras salir positivo un test antígeno, el cual es más difícil de conseguir hoy en día que las bolas de dragón. Y ahora toca la misión imposible de la cita del autocovid, ya que no hay fechas disponibles en la página web para realizarlo en Gijón.
Bueno ya que es un autocovid, vas en auto, así que puedes buscar citas en otros puntos de la geografía asturiana, pero nada de al día siguiente, por lo que mientras esperas para realizarte la prueba y obtienes el resultado de esta tiene es el COVID de Schrödinger, puedes ser positivo o no, lo que para personas que tienen que trabajar cara al público puede ser un problema, debido a que estas personas mientras tienen el resultado pueden ser focos de transmisión.
Bueno al final consigues la cita, en el caso del autor fue Langreo. Con una cola que ni la M40 en la operación retorno del verano, me realizaron la PCR con dos horas de retraso sobre la hora de la cita.
Al día siguiente llega el SMS con el resultado POSITIVO, nada a llamar al centro de salud (en mi caso Puerta de la Villa). Pues bien, esta es la parte que más indigna. Llevamos casi dos años con citas y consultas telefónicas con los médicos de diferentes especialidades entre ellas pediatría. Pues en dos años, no han sido ni para instalar una centralita, que ordene y ponga las llamadas en espera, porque lo de reforzar ya no los sanitarios que entiendo que sea difícil, pero los servicios administrativos y auxiliares no debería ser ciencia aeroespacial.
Por lo que solución le queda al covitico, ir a mezclarse en la sala de espera, o en la cola del centro de salud con otras personas que pueden estar allí por otros motivos diferentes al covid, por ejemplo, alguien con un esguince.
Ante todo, esto no sería más lógico en vez de decretar medidas medievales, que piden salvoconductos para entrar en posadas y cierres discrecionales, (ya que es bien sabido que el covid también debería ser conocido como el virus cenicienta, que a partir de las doce de la noche es más peligroso) que reforzar el sistema de atención primaria y dejarse de restricciones dudosa eficacia.
Quizás reforzar el sistema de salud cueste más dinero ahora, pero cuando un negocio cierra deja de pagar impuestos por lo que se podría decir que lo barato sale caro, y para las personas afectadas por estas medidas no es que les resulte caro, les resulta impagable.
Por lo que puedo pensar estos asturianos estamos locos.
Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes.
Marcelino Llopis Pons