El acusado entraba en el cuarto de baño cuando ella se estaba duchando, pidiéndole que le enseñara los pechos. A cambio, le decía que le dejaría de nuevo el móvil, que previamente le había quitado como castigo
La Fiscalía del Principado de Asturias ha solicitado la condena a cuatro años de prisión para un acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja y exhibirse desnudo delante de ella. La vista oral se celebró este lunes en el Juzgado de lo Penal número dos de Oviedo.
El Ministerio Fiscal sostiene en una nota de prensa que, aproximadamente en el año 2016, el acusado (1979) se fue a vivir con su pareja sentimental al domicilio de esta, en Oviedo, donde vivían también las hijas de la mujer, la primera nacida en 2002 y otra más pequeña. En el año 2018, sin poder concretar fecha, cuando la mayor de las niñas ya había cumplido 16 años, se encontraba en el sofá del salón junto al acusado, por la noche y ambos solos en casa. Entonces, el acusado comenzó a hacerle comentarios sobre sus pechos, diciéndole que le habían crecido y refiriéndose a ellos como «mis amigas», metiéndole la mano por debajo de la camiseta y tocándole un pecho, haciendo que la menor se sintiera incómoda, pero ante la sorpresa no le dijo nada.
A partir de este momento, el acusado entraba en el cuarto de baño cuando ella se estaba duchando, pidiéndole que le enseñara los pechos. A cambio, le decía que le dejaría de nuevo el móvil, que previamente le había quitado como castigo, accediendo ella en alguna ocasión, apartando la cortina de la ducha para que el acusado la mirase.
En otra ocasión, sin poder precisar fecha, el acusado le volvió a tocar los pechos, por encima de la ropa. Cuando ella se encontraba en su habitación, el acusado, aprovechando que su pareja y madre de la menor estaba dormida, le escribía a través de la aplicación WhatsApp y le hablaba de sexo, haciéndole preguntas íntimas, como si había mantenido relaciones sexuales o si había visto alguna vez un pene, ordenándole que borrase las conversaciones para que nos las viese nadie, especialmente su madre.
Según la Fiscalía, en otra ocasión, cuando el acusado se estaba duchando la llamó, acudiendo esta al cuarto de baño, mostrándose el acusado completamente desnudo, dado que no había echado la cortina, por lo que la menor pudo ver sus genitales. El acusado le pidió que le pasara la toalla, dándosela la menor, que salió seguidamente del cuarto de baño.
Finalmente, en otra ocasión, sin poder concretar fecha, cuando la menor estaba discutiendo con su madre en el salón, y estaba llorando en el suelo, el acusado le propinó una patada en el glúteo. A consecuencia de estos hechos, la menor sufre una depresión grave y estrés postraumático.
Cuando cumplió 18 años, se marchó del domicilio de su madre, yéndose a vivir con su padre y su hermano a otra localidad. Presentó denuncia por estos hechos en febrero de 2020. Por auto del Juzgado de Instrucción nº1 de Oviedo, se acordó prohibir al acusado aproximarse a menos de 300 metros a su domicilio y cualquier otro lugar que frecuente o en el que pudiera encontrarse, así como de comunicarse por cualquier medio con ella, durante la tramitación del presente procedimiento hasta que se dicte resolución definitiva.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de abuso sexual, delito de exhibicionismo y delito de maltrato.