“Agradezco mucho este premio porque estoy más acostumbrado a que me insulten que a que me premien”, confesaba Castaño ese tono de guasa que tanto le caracteriza
Que el periodista Juanma Castaño tiene poder de convocatoria, estaba claro para todos. Parece ser que no para él. Le costó y mucho asimilar tanto cariño y multitud de amistades reunidas en el restaurante El Roblón del Club de Golf de Castiello. ¡Esto parece una boda! Repetía tan sorprendido como emocionado.
El momento era importante porque se le entregaba el Premio Gijonés del Año, que otorga cada doce meses la revista Vivir Gijón, editada por Santiago González- Alverú y que este año se representa con una réplica de una escultura del artista Amador.
Este es un reconocimiento no solo a la carrera periodística del protagonista, si no de cómo abandera la ciudad de Gijón día a día y allí por donde va. En estos momentos sigue dirigiendo “El Partidazo”, programa de la COPE, y fuera del micro levantó pasiones y aversiones en el programa de TVE Masterchef, del que resultó ganador junto al actor y cómico Miki Nadal.
Porque sí, Juanma es tan querido como odiado, refiriéndonos al mundo del futbol: “Agradezco mucho este premio porque estoy más acostumbrado a que me insulten que a que me premien”, confesaba con ese tono de guasa que tanto le caracteriza y que estuvo muy presente en su discurso.
“Yo no soy ese perfil de gijonés que pensáis, para darme este premio -aseguraba-, deberíais haber nombrado Gijonés del año al hematólogo de mi padre, Carlos Dávalos”, recordando el difícil trance que vivió la familia con la enfermedad de su progenitor, presente en el acto junto con su madre y hermana.
“Este año, fue un año exigente”, hablaba emocionado. “Comí aquí en Gijón con mi amigo Pepe Domingo Castaño, y esa fue la última vez que lo vi”. De 80 años, el periodista sufrió una septicemia y falleció pocos días después.
Hubo palabras también para el Sporting y el Oviedo: “Me gustaría comer una fabada sabiendo que el derbi vende una buena imagen de Asturias y muestra que el Sporting y el Oviedo son capaces de entenderse”.
No se olvidó tampoco de sus inicios en SER Gijón y de cómo Manfredo Álvarez le dio oportunidad de colaborar con él: «Son sin duda el mejor equipo con el que trabajé y los admiro a todos con la misma intensidad que antes», dirigiéndose a ellos, sentados en una de las mesas.
En cuanto a la alcaldesa Carmen Moriyón, le pidió disculpas por dedicarle algunas palabras ‘duras’ por no traer el Mundial de Futbol 2030: “Perdóneme alcaldesa, pero es que yo quería que el Mundial fuera aquí, en Gijón” dijo antes de despedirse y asegurar: “Este Gijonés que recibo es un contrato de por vida”.
Emotiva fue también la intervención de su amigo Ángel Lorenzo, presidente de Otea Gijón y del grupo hostelero Gavia.
Este fue el encargado de glosar la trayectoria del premiado al que obsequió con algunos mensajes enviados por amigos suyos como el propio Miki Nadal, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, estos últimos jurados de Masterchef, entre otros.
No faltaron al acto, los miembros del jurado como la ex alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso; María Calvo, presidenta de la Fade, Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio e infinidad de empresarios como Teresa Fernández Marmiesse, de Junquera Marítima; Javier Sáez de Jubera, presidente de TotalEnergies; la notario Montserrat Martínez; los galeristas Diana Llamazares, de LLamazares y Diego Suárez de ATM; Begoña Fernández Costales, presidenta de Feda; Sabino García Vallina, presidente de TSK; Iván de la Plata de Fenicia Gourmet; Héctor Jareño de Reliquiae; Carlos Ranera, director del despacho de abogados ONTIER; Juan Ordieres, vicepresidente de Asprocón, entre muchos otros. Tampoco se perdieron el acto miembros de la corporación consistorial de diferentes partidos.