Tras una noche sin incidentes, los tractores siguen apostados en la céntrica calle Uría, mientras se espera la comparecencia de representantes del Principado a la una de esta tarde
Como esa calma que precede a la tormenta, y que tantos momentos épicos ha alimentado en el cine y en la literatura, Oviedo ha amanecido hoy envuelta en una sensación de tensa tranquilidad. Después de que, en la tarde de ayer, los antidisturbios de la Policía Nacional tuviesen que reprimir un intento de acceder al edificio de Presidencia por parte de los agroganaderos concentrados en la capital asturiana, la ciudad continúa en paz a estas horas, si bien con su icónica calle Uría aún tomada por los cerca de doscientos tractores desplegados por los manifestantes. Un colectivo que aguarda la comparecencia de representantes del Principado que atiendan sus reivindicaciones, y que, confían los interesados y ha manifestado el Gobierno, se producirá alrededor de la una de esta tarde.
La acampada nocturna ha dejado imágenes para el recuerdo, marcadas por la desesperación, la frustración y, sí, también la solidaridad y el compañerismo de que han hecho gala los ganaderos y agricultores asturianos. Tiendas de campaña, sacos de dormir y mesas plegables han sido sólo algunos de los útiles vistos aquí y allá, mientras algunos de los concentrados preparaban bocadillos para sus compañeros de fatigas, y entregaban comida a aquellos que no habían podido transportar nada a la multitudinaria manifestación. Por su parte, los comentarios entre los transeúntes que paseaban por la propia Uría, por el cercano Campo de San Francisco y por las arterias aledañas eran dispares. De un lado, no han escaseado los mensajes de apoyo a un sector tensionado por las actuales políticas comunitarias; del otro, tampoco han faltado las peticiones de comprensión ante la ‘emergencia climática’, y las expresiones de temor a la posibilidad de que fuerzas de derechas aprovechen ese malestar para politizar la reivindicación a su favor.
También las redes sociales se están haciendo eco de lo sucedido. Videos, fotos y testimonios varios abundan en X, Instagram, Facebook y TikTok, exhibiendo esa misma dualidad de opiniones entre la ciudadanía ovetense en particular, y asturiana en general.