Se mira para otro lado con los datos epidemiológicos obtenidos por la Consejería de Salud en el área de Gijón sobre la incidencia de las PM en el incremento de numerosas enfermedades derivadas de la contaminación industrial y del tráfico pesado, ese que sigue atravesando día sí y día también el barrio de la Calzada, ese en el que van a poner macetas en las calles. Macetas en la calle…greenwashing…
No me gustan mucho, mejor dicho, nada, los anglicanismos, pero hoy he sucumbido a su rotundidad. Por si alguno de vosotros, ávidos lectores, no sabéis que es esto del greenwashing –lavado verde- (no creáis que yo hace mucho que estoy al tanto de ello), lo intento explicar. Viene a ser una forma de actuar, generalmente por parte de las empresas, mediante la que básicamente se dice lo muy verde que es uno, se ponen etiquetas con animalitos y hojas, se resalta que se tiene una opción más ecológica que otra y todo se pinta de verdes y azules.
Pero la realidad es que el proceso de fabricación de la inmensa mayoría de esos productos ni es ecológica, ni más verde que otra, ni nada que se le parezca. Es una forma de aglutinar el cada vez más emergente “mercado verde” para los productos de las marcas que realizan este lavado verde.
Bueno dirán ustedes que ¿y eso que tiene que ver con nosotros más allá del mercado?, pues verán, mucho. Tiene que ver, en parte, con lo que sucede en nuestra ciudad respecto al urbanismo, a la movilidad, por supuesto al medio ambiente, pero también a nuestras infraestructuras y a nuestra olvidada salud.
Un ejemplo de hacer lavado verde es hablar del acero verde que va a hacer Arcelor, con más de 500 millones de euros de ayudas públicas y no decir nada, sistemáticamente, de la contaminación derivada de PM que tiene como origen la acería. Tiene que ver con hablar de acero verde y permitir que, mientras llega o no dicha gestión, las medidas para paliar la contaminación de origen industrial actual de esa acería haya consistido en mirar para otro lado.
Otro ejemplo de este lavado verde es el que hace la clase política cuando gobierna, e insisto en “cuando gobierna” porque cuando están fuera todos se quejan, pero cuando les toca no hacen nada, como ha demostrado Izquierda Unida ahora, o Foro, o el PSOE. Ninguno para a preguntarse sobre las nubes de carbón que hemos visto esto días en El Musel. Y no sólo (con tilde) me refiero al hecho de que se siga almacenando al lado de una ciudad el mineral sin cubrir y sin tomar las medidas oportunas para que el polvo y la escorrentía de ese mineral luego no acaben en la playa, como ya se ha demostrado de manera rigurosa y científica. No, no me refiero a eso únicamente, me refiero a: ¿Para que se compra ese material?, ¿Qué hace en el puerto de Gijón?, ¿Para qué se utiliza este carbón?, ¿Quién lo utiliza? Este tema daría para otro o artículo.
De igual manera sucede con nuestra movilidad, gran tema de debate de este mandato. Por un lado, se amplía el Parque Isabel La Católica mientras que, a doscientos metros, se mantiene un parking ilegal en donde debería haber un Parque, como es el caso de la explanada situada sobre el pozo de tormentas del Parque de Hermanos Castro. Se habla de crear carriles bus, pero mientras la tasa de restitución de vehículos de EMTUSA no es la adecuada, ni sus líneas de servicio tampoco. Se habla de pacificación del tráfico, pero se aplaude instalar un intercambiador de autobuses, a mayor gloria de Alsa, en el centro de movilidad de la ciudad, mientras que la estación de autobuses pública es una ensoñación utópica. Se habla de plantar árboles en alcorques en una manzana en el barrio de La Calzada, pero no se avanza ni un ápice en crear un pulmón verde en el entorno del Plan de Vías, en el Solaron. Se habla de la necesidad de desarrollar espacios verdes públicos, pero no se desarrolla lo que es competencia municipal, desde el año 2019, como la playa verde del entorno del Risk; más de 20.000 metros cuadrados que desde hace cuatro años que se aprobó el PGO podría estar ya dando servicio, especialmente durante el verano. Se habla de formas de movilidad sostenible para mejorar nuestra salud, pero se mira para otro lado con los datos epidemiológicos obtenidos por la Consejería de Salud en el área de Gijón sobre la incidencia de las PM en el incremento de numerosas enfermedades derivadas de la contaminación industrial y del tráfico pesado, ese que sigue atravesando día si y día también el barrio de la Calzada, ese en el que van a poner macetas en las calles. Macetas en la calle…greenwashing…
Y ese es el problema. Por mucho que se insista en hablar de hacer cosas de color verde en la ciudad, no se trabaja en lo esencial, no se toman medidas efectivas reales para eliminar el marrón de nuestro cielo ni el negro de nuestra costa y eso, estando en pleno año 2023, no es propio de una necesaria, y peligrosamente utilizada a la ligera, transición ecológica. Pero aún peor, pintar las cosas de verdes no va a hacer que los problemas de salud derivados de la contaminación en nuestra ciudad desaparezcan. Y eso sí que es un problema.
Como siempre, me encantan tus artículos de denuncia, dando palos a derecha é izquierda. Hoy te escribo para regañarte un poco. El entorno de San Lorenzo del que hablas es el del Rick´s, no el que tú pones,creo. Y luego y por último, hablas de que estás en contra de los anglicismos. Yo obviamente también, pero por otra parte citas en varias ocasiones el término PM y sinceramente David, no tengo ni puñetera idea de lo que significa. Perdona mi osadía por escribir estas letras un poco puntillosas. Un saludo.