Tendría que ser tiempo de disfraces, de desfiles, de música en la calle, de sonrisas, de algarabía, de charangas… pero no lo es. Al menos, no como ha sido hasta ahora. La pandemia ha obligado a que Gijón celebre este año su carnaval más atípico, con una sardina ‘enlatada’ en su casa, unas celebraciones tan solo en formato digital y con las charangas casi como únicas protagonistas. Unas charangas que, además, aumentan su presencia en este año de restricciones. La última y marchamos y Los Mazcaraos nacieron en plena pandemia bajo la convicción de que «hay más falta de alegría y diversión que nunca». Estas dos nuevas charangas se suman al ‘No Antroxu‘ en Gijón para llenar, en la medida de lo posible, la ciudad de «motivos para celebrar».

Nuevas charangas para el antroxu gijonés
Hace un año el antroxu fue una de las últimas citas en celebrarse en aquella ‘antigua normalidad’ que ahora parece tan lejana. Pocos días después de que la ciudad se llenara de gente con ganas de fiesta y pasarlo bien, el Estado de Alarma se hacía realidad y las calles se vaciaban por completo. Fue, precisamente, en esos días cuando varios gijoneses decidieron crear su propia charanga. Por un lado, La última y marchamos, y por otro Los Mazcaraos.
Ambas nacen de un grupo de amigos con experiencia previa en el antroxu, que ya sabían lo que era vivir el carnaval desde dentro y a los que les pica el gusanillo por involucrarse aún más en esta fiesta. Y ambas también han dado forma en estos meses a un grupo «heterogéneo y con muchas ganas de disfrutar».

En los días de confinamiento hubo tiempo de sobra para pensar, para las reuniones online y para dar el paso definitivo. «La amistad que nos unía y las ganas de diversión dieron lugar a Los Mazcaraos», cuenta Cristina Pérez, presidenta de la charanga.
El objetivo de las dos es el mismo: sacar sonrisas. Y desde La última y marchamos lo tienen claro. «Creemos que el carnaval es alegría, que todo el mundo con un disfraz consigue olvidarse un poco de los males del día a día y se deja llevar por el buen ambiente y la fiesta que se genera en estas fechas».
Sorpresas en redes sociales todos los días
En La última y marchamos quieren transmitir que «siempre hay que buscar ese motivo para disfrutar y pasarlo bien, que aunque las cosas nos están viniendo muy crudas, con ganas y un poco de alegría, se puede salir adelante». Para ello, han ido confeccionando sorpresas que subirán a las redes sociales cada día. El disfraz de super Antroxu, con el que ataviaron la estatua de Octavio Augusto frente a la bahía de San Lorenzo, es una de ellas.

Además, Pérez explica que gracias a la colaboración de Dievertia se han preparado diversas actividades online «para que todo el público pueda al menos pasar un buen rato y distraerse de todo por lo que estamos pasando». Ellos, En Los Mazcaraos también tendrán publicaciones en redes a diario, «como un vídeo que hemos elaborado o un monigote que hemos construido para colocar en la Plaza La Habana de Gijón, en el barrio de Moreda».
Para acercar el carnaval a Gijón las charangas tienen un permiso especial, más allá del toque de queda, que les permite salir a la calle a disfrazar algunas de las estatuas y bustos más importantes de la ciudad. Es la única forma que tienen de hacer llegar a los gijoneses esta fiesta, que año tras año se espera con tantas ganas.
Las charangas publicarán sorpresas cada día a través de sus redes sociales y tienen un permiso especial, más allá del toque de queda, para llevar el carnaval a las estatuas de Gijón
Ambas charangas esperan que el año que viene puedan estrenarse oficialmente «en un ambiente festivo, todos juntos y unidos bajo un mismo propósito: disfrutar del antroxu de Xixón«. Mientras tanto, hasta el 17 de febrero seguirán esforzándose en mantener la ilusión.
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