La Asociación Vecinal denuncia el cambio a doce minutos entre servicios y la ausencia de autobuses articulados, y reclama que el mantenimiento de la frecuencia de nueve minutos en hora punta «es irrenunciable»
Era una posibilidad más que esperable: la anunciada reorganización de líneas de la Empresa Municipal de Transporte Urbano de Gijón (EMTUSA), que entró en vigor este miércoles, ha encendido los primeros conatos de malestar entre los habitantes de la ciudad. Concretamente, en Nuevo Roces, donde el paso de una frecuencia entre servicios de nueve minutos a otra de doce en la línea 15, la principal vía pública de conexión con el centro, provocaba ayer una situación calificada de «caos» desde la Asociación Vecinal. El propio colectivo ha pedido a través de sus redes sociales que se vuelva a la dinámica anterior, al menos, en las horas puntas; sobre todo, a tenor de la ausencia de autobuses articulados en esa ruta, combinada con el aumento de usuarios del servicio en el último año.
Según el testimonio vertido por la Asociación en su cuenta de Facebook, el problema se desató a primera hora de la mañana, entre las 8 y las 8.30. «Los viajeros que habitualmente van en los autobuses de las 8.12 y las 8.21 han tenido que viajar en el de las 8.18», relatan. Los problemas no tardaron en hacerse evidentes, al congregarse en un único vehículo los pasajeros que habitualmente habrían ocupado dos, «con un autobús sencillo, no articulado, se ha salido del barrio ‘petado’ como ‘caja de sardinas’. Sólo con el alumnado del instituto que sale de Nuevo Roces ya va completo». La conclusión vecinal es lógica: «la frecuencia de nueve minutos en hora punta en Nuevo Roces es irrenunciable para no colapsar».
El Ayuntamiento ve «inviable» extender la línea 25 a su paso por Lloreda
Mientras en el barrio más meridional de la ciudad sufrían los primeros inconvenientes de la reordenación de líneas, en el Pleno ordinario del mes de febrero, celebrado también ayer en el Ayuntamiento, se rechazaba un ruego presentado por el grupo municipal de Vox para ampliar en 600 metros el recorrido actual de la línea 25 de EMTUSA en Lloreda, añadiendo una parada más. El concejal de Transportes, Pelayo Barcia, fue el encargado de justificar la negativa, asegurando que dicha ampliación «no es viable» porque degeneraría un «descalabro total» de la ruta, y recordando que por dicha zona también circula la línea 14. Más aún, el edil de Foro puso sobre el tapete la comprometida situación económica de la empresa pública, así como la escasez de conductores, si bien ese último problema confían en resolverlo con la próxima contratación de veinticinco nuevos chóferes.