La candidata de Podemos a la presidencia del Principado resta importancia a un gesto con el que, a su juicio, continúa «la campaña de invisibilización a la que el partido nos somete desde las primarias»
El de hoy ha sido un día digno de recordar para los integrantes de la candidatura de Podemos al Ayuntamiento de Gijón. Invitada por la aspirante morada a la alcaldía, Olaya García, la ministra de Igualdad del gobierno de la nación, Irene Montero, ha tenido ocasión de visitar la ciudad, de aproximarse a su particular dinámica, de acercar posturas con la candidata municipal… Aunque con una ausencia en la comitiva que no ha pasado desapercibida: la de Covadonga Tomé, quien encabeza la lista del partido a la presidencia del Principado. Ha sido ella misma quien ha confirmado no haber sido convocada, en un gesto al que ha restado importancia y que, en último término, no le ha resultado sorprendente.
Las horas pasadas por montero en suelo gijonés le han permitido acercarse durante la mañana al trabajo desarrollado por la Fundación Mar de Niebla, a la que ha acudido acompañada por Suárez. Desde allí la ministra y, a la sazón, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados ha recalcado que «hoy he sido invitada por Olaya Suárez», si bien no ha obviado que «Covadonga cuenta con nuestro apoyo». Es más, en el transcurso de la visita ha señalado que asistirá «a todos los territorios que pueda», con el fin de brindar su apoyo a los candidatos de Podemos a las diferentes administraciones. Con todo, la gran incógnita del día ha quedado sin respuesta, ya que Suárez no ha explicado por qué Tomé no fue invitada.
La reacción de la aludida no se ha hecho esperar. Apenas una hora después, junto a las ‘Letronas’ de Gijón, Tomé ha quitado hierro al asunto, afirmando que «duele lo que duele; lo elegante y razonable sería que la candidata a las autonómicas tuviera conocimiento, pero no vamos a hacer un problema de ello». Según ha recordado, tampoco se trata de algo novedoso, ya que «cosas como ésta llevan pasando desde que, el pasado noviembre, ganamos las primarias, y la explicación es muy sencilla: no éramos la opción preferida a nivel estatal para presentarnos a las elecciones». Ahora bien, ese hecho, ha añadido, no le restará ánimo o voluntad; por el contrario, «hay que poner en valor que, a diferencia de otros partidos, no dependemos de los dictados de Madrid, sino todo lo contrario». Po su parte, «continuaremos con la visibilización de la campaña, movidos por ese 60% del apoyo de la militancia que obtuvimos».
Fuera de esta cuestión, desde la sede de Mar de Niebla Montero se ha confesado «impresionada con el trabajo comunitario que hace», fundamental para «construir ciudades y barrios». Más allá de esa labor, la ministra ha insistido en que, en Gijón, «Olaya Suárezes la única garantía de que se van a hacer políticas valientes, que permitan transformarla y convertirla en una ciudad que cuida, que acoge, que crea vecindad, que crea vínculos entre los vecinos y las vecinas, que afronta temas tan importantes como la contaminación y que sirve para garantizar derechos». Y ha concluido planteando que «es muy fácil redactar un programa electoral y decir que se quiere luchar contra la contaminación o garantizar el derecho a la vivienda, pero sólo Podemos es garantía de que se vaya a aplicar allí donde gobierne».
Tampoco junto a las ‘Letronas’ Tomé a perdido ocasión de defender su candidatura. La aspirante a la presidencia ha reafirmado su voluntad de llegar a la Junta General del Principado «para representar a los asturianos que quieran una alternativa de gobierno que no pase por la derecha, pero tampoco por la complacencia de un PSOE que, lejos de gobernar, se ha limitado a conformarse». Queremos ser la marca del gobierno que significa lo contrario». Y ha finalizando deseando que, a pesar del «ruido interno» que asola Podemos desde hace semanas, «la gente sea capaz de priorizar lo verdaderamente importante».