En muchos ayuntamientos evaluamos primero a las madres. Madre alta capacidad, hija o hijo, también. A veces nos llegan llorando porque el diagnóstico es positivo
José Luis Pérez Díaz, es psicólogo y orientador escolar de Gijón. Por azares de la vida, se le cruzó, en un momento de los años de ejercicio, el concepto de la alta capacidad. Desde entonces trabaja incansable para saber todo sobre ese término, que engloba a su vez la alta sensibilidad, creatividad y la intuición. Es cofundador del Centro de Acompañamiento Educativo Ayalga y de la Fundación Talentum, y hasta el año pasado psicólogo del colegio Corazón de María de Gijón. Este sábado participará en las III Jornadas Alta Capacidad y Familias, que tendrán lugar en el salón de actos de dicho centro.
El colegio Corazón de María ha sido noticia nacional por ser el que más detecciones ha hecho este año.
Exacto, aunque fue durante unas jornadas del Colegio Asturias donde conocí a una madre con un hijo con sobredotación intelectual, como se llamaba de aquella
Hace cuánto porque entiendo que no existía el término Alta Capacidad.
Unos veinticinco años, en 1996. Le hablo del siglo pasado (se ríe).
Es usted un clásico.
O un brujo. A principios del siglo, de ese del que vengo, podrían incluso hasta quemarme.
Noto mucha ironía.
Pues no lo tome a broma. Mire, hay una característica de algunas personas que se llama intuición. No es más que se capaz de captar elementos aparentemente dispersos del ambiente que se pueden dar en un hecho futuro.
Ya veo a qué se refería.
Una persona con alta capacidad, en contra de lo que se habla vulgarmente sobre el CI (coeficiente intelectual); el 130 o 140 (coeficiente intelectual muy por encima de la media) -para mí pijadas, en muchos casos- se caracteriza porque no se centra en el “aquí y ahora”, sino en el futuro.
Explíquese más.
Las personas de AACC recogen más información de lo normal, son extremadamente sensibles y cómo consecuencia de esto último, muy tendentes a sufrir ansiedad – es lo que más nos preocupa- y jugar a ser como… la pitonisa Lola.
¿Vidente?
No, intuitiva. Se anticipa a las cosas que pueden ir sucediéndose.
Oiga y a todas estas conclusiones, ¿cómo se llega? ¿Hay alguna asignatura en la carrera de Psicología que ya recoja todo esto?
Ahora mismo sí, porque hay que plantearse que este tema corresponde al 5% de la población que está al Este de la Campana de Gauss (se aplica en psicología para medir la inteligencia), es decir con un alto coeficiente. Antes se orientaba a lo que estaba al Oeste de esta medición (discapacidad, problemas de aprendizaje…).
Y ahora por qué.
Cuando yo empecé a ejercer mi carrera, se pensaba que las altas capacidades no tenían problemas de aprendizaje. De hecho, uno de los requisitos que antes se daba para que hubiese una alta capacidad era el tener unas notas sobresalientes.
Eso ha ido cambiando.
¡Claro! Uno puede abandonar sus estudios universitarios o su formación profesional y sin embargo ser una alta capacidad.
¿Y por qué abandonan los estudios o en el caso de los colegiales, suspenden?
Porque no les satisface lo que están haciendo y porque son mentes muy, muy dispersas. De ahí que en ocasiones se les confunda con un déficit de atención, se les medique haciéndoles un daño tremendo, incluso llegando a lo que sufrimos hace unos meses masivamente.
El suicidio.
Luego nos rasgamos las vestiduras hablando de ansiedad. Estos problemas hay que prevenirlos en el tiempo. Puede que socialmente, antes, estos temas no interesaban.
Le noto resentido…
En esta comunidad, sobre todo, se no han puesto muchos palos en las ruedas.
¿Y entre compañeros de profesión?
Sí, pero por desconocimiento del tema y también por pensar que la alta capacidad iba a llevar mucho más trabajo y atención de lo que conlleva. Haciendo las cosas bien, no conlleva tanto esfuerzo por parte del profesorado. Más bien es un cuidado emocional hacia esas personas.
Y no tratarlo diferente.
La ley dice que hay que tratar de manera diferente a todos. Hay que tener una serie de pautas, sobre todo con una persona altamente sensible.
Por ejemplo.
No decirle una barbaridad, de las que se decían antes, en público. Estar pendiente de si le ocurre algo en el ambiente. En el caso de una persona con alta creatividad, el profesor tiene que saber que está constantemente elucubrando.
Pensando.
Sí y créame, hay gente y mucha, que no piensa.
Solución.
Con todos los avances que hay en neurociencia, hay que aplicarlos en el entorno escolar.
¿Cómo llegan las familias a vosotros?
Ahora se lo cuento, pero primer decirle que los estudios de genética, los últimos, nos dicen que hay un gran porcentaje de altas capacidades con rasgo heredado y sobre todo de mujeres.
¡Qué me dice!
En muchos ayuntamientos evaluamos primero a las madres. Hay un 95% de que sea esa la verdadera relación. Madre alta capacidad, hija o hijo, también. Sí y ahora le cuento lo que me preguntaba de las familias. Mire a veces nos llegan llorando porque el diagnóstico es positivo.
Y eso.
Fácil. Si hay un antecedente familiar y lo ha pasado mal en su día, por ejemplo, en el colegio, les angustia que a sus hijos o hijas les vaya a suceder lo mismo.
Tenemos que ir acabando.
No, antes le cuento que hace años en un organismo público nos negaron una ayuda porque, según ellos las altas capacidades eran para niños ricos, altos y rubios.
¡Vaya tela! Adelántenos un poco el encuentro de familias, el tercero, que van a tener mañana en el salón de actos del Colegio Corazón de María.
Tiene dos momentos. Por la mañana, una charla que tratará de la ansiedad (deriva del mal manejo de la emoción del miedo) con el psiquiatra César Sanz de la Garza. Este le dará paso a la experiencia del pintor Toño Velasco y en la tarde aterrizaremos directamente en la alta capacidad.
La Fundación Talentum, que han puesto en marcha hace unos años ¿puede orientar a los padres?
Está pensada precisamente para eso. Las puertas están abiertas siempre para ayudar al que necesite información.
Les deseo a usted y a su socio Félix Ruiz, muchos éxitos.
Seguiremos proporcionando ayuda allí donde nos la pidan.