La cultura del azabache está más cerca de ser declarada Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo, ha publicado en la edición de hoy del Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) la resolución del pasado 11 de enero por la que se incoa expediente para la declaración de la cultura del azabache como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. En septiembre de 2021 el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias había acordado informar favorablemente de esta declaración.
Yacimiento de azabache de excepcional calidad
La existencia de un yacimiento de azabache de excepcional calidad en Asturias permitió, ya desde épocas remotas, su explotación minera y su aprovechamiento artesanal, surgiendo una cultura basada en las cualidades de este singular mineral. Entre sus virtudes, destaca su supuesto carácter profiláctico, que posibilitó demandadas elaboraciones artesanales en piezas con las que se comercializó, sobremanera, fuera de la comunidad, bien fuera a través de formatos convencionales como amuletos o bien singulares, en variadas elaboraciones de joyería.
Esta trayectoria histórica y artística se identifica con un área geográfica determinada, Les Mariñes de Villaviciosa y sus inmediaciones, donde pervivió la tradición minera hasta hace un par de décadas y en la que se concentra el mayor número de artesanos que aún siguen vinculados a esa materia prima. El oficio de azabachero, hoy aminorado en el número de sus artífices, elabora y comercializa básicamente dos tipos de productos: piezas tradicionales de las que generan una gran producción (por ejemplo, ciguas que se venden mayoritariamente al mercado compostelano y asturiano) y singulares piezas de joyería que salen de talleres en los que se define un estilo propio, trabajándose el diseño y una elaboración distintiva e innovadora, en una línea que incorpora nuevos materiales.
Según argumenta la Consejería de Cultura para la declaración BIC, «resulta claro que al azabache se le confiere en Asturias, cultural y socialmente, un valor incontestable que se revela su uso a lo largo de la historia. Su rareza, su color, su brillo y su inalterabilidad, así como sus supuestas propiedades, explican un aprecio que ha llegado al siglo XXI y que justifica una propuesta de protección patrimonial, a través de la declaración de la cultura del azabache como Bien de Interés Cultural de caracter inmaterial».
La cultura del azabache, en riesgo
La resolución acordada por la Consejería de Cultura reconoce el riesgo de pérdida de la tradición cultural, así como «del patrimonio inmaterial asociado a un colectivo, a una sociedad y a un territorio que se vincula a otros espacios con tradiciones similares que se han sabido mantener o proyectar hasta el presente». En este sentido, indica que «el quebranto en la línea de trasmisión de conocimientos que se venía anunciando desde hace décadas es una amenaza que ahora ya resulta tangible».
Ante este «momento crítico», la apuesta gubernamental pasa por «reforzar las relaciones con los lugares que han compartido y aún mantienen esas culturas del azabache en el presente, que demuestran conexiones amplias en el territorio y en el tiempo, y destacar en nuestro caso las posibles singularidades»