El Ayuntamiento descarta la posibilidad de que en la parcela en cuestión se construya una escuela infantil, ante la falta de demanda, y opta por la propuesta inicialmente contemplada en el plan de ampliación del Parque Científico Tecnológico
Si hay un tema que, desde el inicio de semana, ocupa buena parte de las conversaciones que mantienen los vecinos de Gijón, ese no es otro que el del estacionamiento. La reciente clausura del aparcamiento de Peritos aún fresca en la memoria, unida a la endémica dificultad para dejar a resguardo, el vehículo privado, contribuyen a acrecentar la percepción de un problema que, sin embargo, parece verse compensado por ciertas buenas nuevas. Y es que el Ayuntamiento ha confirmado que, finalmente, la explanada anexa a la Escuela Superior de la Marina Civil, clave para la proyectada ampliación del Parque Científico Tecnológico, albergará un aparcamiento disuasorio. De ese modo, queda desterrada la posibilidad de que la parcela en cuestión sirva de sede a una escuela infantil, una opción puesta sobre el tapete, pero nunca desarrollada en firme.
Con 18.000 metro cuadrados hábiles, el espacio en cuestión, actualmente propiedad de la Universidad de Oviedo, será acondicionado para dar cabida a alrededor de un centenar de vehículos. Tales plazas estarán complementadas con ‘zonas verdes’ y servicios, tal como ya se adelantó el pasado abril, al anunciarse la aprobación inicial del proyecto. A expensas de que las negociaciones con la entidad educativa se desarrollen sin incidentes, algo que parece seguro, todo apunta a que el precio final rebasará el millón de euros, con la mirada puesta en que el cambio de titularidad se consume antes de 2025. Y, si bien una parte no menor del servicio se prestará a la mayor actividad que tendrá el Parque Científico Tecnológico, la pretensión del Cnsistorio es que el también descongestione esos crecientes problemas de aparcamiento en el centro de la urbe. A tal fin, no se descarta reforzar las conexiones mediante transporte público.