El excentral del Sporting y entrenador-presidente del Moscardó vuelve a protagonizar una escena llamativa esta temporada, en esta ocasión en la grada del Román Valero, desde donde veía el partido, tras la expulsión en el minuto 42 de su jugador Nader

Para algunos, un figura. Para otros, un polémico. Lo que es seguro es que Javi Poves no deja a nadie indeferente, ni en el campo ni tras un micrófono. El ex central del Sporting volvió el domingo a protagonizar una escena llamativa, en esta ocasión en el fondo del Román Valero, donde el equipo que preside y entrena, el Moscardó juega de local. El conjunto madrileño se enfrentaba al Illescas en partido correspondiente a la jornada 26 del grupo 5 de la Segunda RFEF, partido que llegó a ganar por 1-0 (Guillén, minuto 58) pese a jugar con inferioridad numérica desde el minuto 42 por la expulsión de Nader, y esa acción le provocó un enfado mayúsculo en el que la víctima principal fue su paraguas.
Con un poncho en la mano, situado justo detrás de la portería, Poves se gira y coge el objeto que tenía apoyado sobre un muro y empieza a golpearlo contra una pared con furia, luego en la otra, y finalmente azota ya un inservible paraguas al suelo, abandonando el lugar. La escena no pasó inadvertida para nadie en el campo y en el vídeo que circula por redes sociales se oye como parte de público se toma a cachondeo la acción.
Durante el partido el técnico, que no pudo sentarse en el banquillo después de que en la jornada anterior en Cuenca (2-1 para el Conquense) se autoexpulsara en el minuto 29 abandonando el campo por enfado ante la actitud de sus jugadores —el árbitro pone en el acta que la segunda amarilla fue «por abandonar el área técnica de forma premeditada haciendo caso omiso a una de mis indicaciones, tras ser advertido previamente»—, también discutió con algunos aficionados inconformes con sus actitudes y gestión. En declaraciones posteriores defendió los números del equipo, décimo clasificado con 33 puntos, con 4 de ventaja sobre el San Sebastián de los Reyes, decimotercero, posición que obliga a jugar las eliminatorias para evitar el descenso, y el hecho de llevar al club a esta categoría, la cuarta del fútbol español.