El abogado de la gijonesa acusada de asesinar a su bebé recién nacido de 53 puñaladas y arrojarlo después a un contenedor, Javier Menéndez, ha apuntado que su cliente estaba este miércoles «un poco decepcionada, dolida» por el testimonio de una amiga que parecía que quería obviar que la había acompañado a practicar un aborto cuando tenía 19 años.
El letrado ha indicado que se desconoce si ese aborto voluntario con 19 años le pudo afectar de alguna manera. También le parece extraño al letrado que un sangrado tan importante como el que tuvo no lo hubieran comentado a familiares ni amigos.
«Muchos secretos y ocultaciones por parte y parte», ha opinado de lo que se está viendo en este caso. «Es todo complejo y complicado ese ambiente de oscurantismo, todos parecían saber pero nadie sabía nada», ha apuntado.
Sin antecedentes psicológicos ni psiquiátricos
Sobre la imagen de controladora dada de la acusada por parte de los testigos, ha indicado que no cuadra con el crimen cometido. Ha remarcado que se supone que es una mujer con gran fortaleza física para dar a luz sola, bajar el bebé a la basura y dar la vuelta al colchón, antes de que llegara su pareja a casa.
Por parte del abogado de la acusación particular, Ricardo Álvarez, este ha indicado que ha quedado demostrado que la acusada no tiene antecedentes de tratamiento psicológico o psiquiátrico.
Asimismo, ha llamado la atención sobre que la procesada llegó a comentar entre sus amistades que no iban a pillar a quien asesinó al bebé, lo que da fe, según el letrado, que la acusada es «una persona que actuó con toda la frialdad del mundo y de manera premeditada».
Ha incidido, además, en que, conforme a los testimonios, nadie sospechaba de su embarazo. Como tampoco tienen demostrado que hubiera tenido un aborto con 19 años, salvo por el testimonio de una amiga que la acompañó.
Cabe recordar que la gijonesa está siendo juzgada, bajo la figura de jurado popular, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón.
El padre del bebé ejerce como acusación particular
Tanto Fiscalía como acusación particular, que ejerce el padre del bebé, piden para ella prisión permanente revisable. La Acusación Pública pide además que se indemnice al padre del bebé en 50.000 euros y la acusación particular en 105.000, dinero que será donado al Patronato San José para el cuidado de menores.
La vista oral estaba previsto que se iniciara en este día con la selección del Jurado Popular y la declaración de la acusada, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.
De acuerdo al relato del Ministerio Fiscal, en la mañana del 1 de agosto de 2019, la acusada, cuando estaba sola en su vivienda de Gijón, en la que residía con su compañero sentimental, dio a luz a un bebé vivo de 2.670 gramos de peso, de sexo varón, siendo su embarazo a término. El mismo día, con la intención de acabar con su vida y antes de las siete de la tarde, hora a la que su compañero sentimental regresaba del trabajo, la acusada, utilizando un cuchillo de cocina, asestó al bebé 53 puñaladas en distintas partes del cuerpo, que le provocaron la muerte.
Después de matarlo, la acusada metió al bebé, unido por su cordón umbilical a la placenta, en una mochila, que tiró con el cuerpo dentro en el interior de un contenedor de basura situado en la misma vía, todo ello antes de que regresara su compañero sentimental. El bebé fue encontrado por un ciudadano la noche del día siguiente, a las 02.30 horas aproximadamente, dentro del contenedor.
La acusada había ocultado el embarazo a su pareja sentimental, con la que convivía, y a todas sus amistades y familiares, por lo que nadie conocía su estado. En el momento de los hechos su pareja se encontraba en el trabajo y le mintió, por teléfono y cuando volvió a la vivienda, ya que le dijo que la sangre que había por distintas zonas de la casa era a consecuencia de un sangrado masivo que había sufrido por un quiste en un ovario. Tras la exploración ginecológica con posterioridad al hecho realizada a la acusada por el servicio de ginecología del HUCA, se comprobó que no tenía ningún quiste en los ovarios.
El compañero sentimental de la acusada resultó ser el padre del bebé fallecido. La pareja no tenía más hijos en común. La acusada no padece alteración alguna de sus facultades.