El sector privado y el público coinciden en la necesidad de apostar por el emprendimiento como el único camino viable para asegurar el futuro de la región
La Asociación de Jóvenes Empresarios, AJE, celebró esta mañana su día grande. Y lo hizo con unos actos donde la visión joven del mundo empresarial fue un protagonista destacado, como no podía ser de otra forma. Con este plan por bandera, y la idea de una charla amable, cada invitado desgranó su experiencia, su visión de cómo debería ser el mundo empresarial. Para ello se contó con la presencia del sector público, encarnado en Santos Tejón, presidente de Gijón Impulsa, y Cristina Fanjul, directora del CEEI. Como representante del sector privado estuvo Rubén Hidalgo, director de Capsa Vida.
Con la idea de hablar sobre los programas de apoyo a las ideas emprendedoras, la mesa organizada por AJE derivó en ambiente cercano que facilitó una conversación casi entre amigos sobre la importancia de la innovación. Tanta le otorgaron sus protagonistas que Cristina Fanjul confesó que «no se puede vivir sin innovación». El guante lanzado por la directora del CEEI, lo recogió con gusto Rubén Hidalgo, que añadió «no hay más riesgo que no apostar por el futuro. Nosotros no apoyamos el emprendimiento, el emprendimiento nos ayuda a nosotros». No hubo entre los ponentes lugar a discrepancias en algo tan obvio como la necesidad asturiana de apostar por el emprendimiento y la innovación. Santos Tejón, por su parte, reivindicó la trayectoria de Impulsa, con «30 años de experiencia en ayudar a las empresas». Una labor que, según su presidente, «abarca desde la incubación de las empresas, su consolidación y sus momentos difíciles», con el proyecto Gijón Financia por bandera.
Los fondos europeos, el nuevo maná de la recuperación económica, tuvo también su minuto. En este sentido, y ante la necesidad de las empresas de recibir las ayudas que les permitan levantar el vuelo, Fanjul reconoció que «los fondos tienen que encontrar vías que permitan aterrizarlos. Vías que aún hoy no existen», si bien destacó que «no todas las ideas son subvencionables».
Por A. Damián Fernández
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