Representantes de una veintena de organizaciones, encabezadas por el Sindicato de Estudiantes, se concentran ante el Ayuntamiento para exigir medidas contra lo que identifican como una proliferación de los ataques ‘ultras’ en la ciudad
La izquierda gijonesa ha iniciado la semana movilizada, y en estado de alerta. Los ecos de la agresión presuntamente sufrida a mediados de mes por un miembro del Sindicato de Estudiantes a manos de cuatro jóvenes El Llano, identificada como una acción ideológica, todavía siguen resonando, y los representantes de una veintena de organizaciones, lideradas por dicha fuerza estudiantil y con el apoyo de las agrupaciones locales de Izquierda Unida y Podemos, se han concentrado ante el Ayuntamiento de la ciudad para censurar y exigir medidas urgentes, tanto desde el ámbito local como desde el regional, contra lo que perciben como una escalada de la violencia ejercida por razones políticas. Tal es la inquietud suscitada por ello que, advierten, en breve solicitarán una reunión con la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, a fin de abordar la cuestión a una escala autonómica y, si cabe, nacional.
«No es tolerable que nos amenacen, que nos ataquen o que vayan con bates de béisbol por las calles de Gijón», clama desde Sindicado Anahí López, su portavoz, siendo esa última una referencia a cierto operativo policial desarrollado hace seis días, tras ser vistos dos jóvenes, uno de ellos equipado con un bate, en actitud de pelea en el centro de la urbe. Cierto es que, a la llegada de los agentes, se comprobó que el objeto en cuestión era de gomaespuma y, por consiguiente, inofensivo, pero ese detalle no ha mermado la preocupación entre quienes hoy se han manifestado. «Sabemos que este tipo de agresiones se producen desde hace un tiempo, con la presencia de grupúsculos extremistas que se sienten cómodos y fortalecidos gracias a los discursos de odio que escupe la derecha», prosigue López, lamentando que esa dinámica, en su vertiente dialéctica, se haya apoderado de las esferas políticas. Es más, según su relato, tres días después de aquella agresión, uno de cuyos autores fue señalado como integrante del colectivo neonazi Núcleo Nacional, «yo misma recibí una llamada arte de un sujeto muy conocido por reventar movilizaciones feministas para amenazarnos e invitarnos a reflexionar».
Más allá de la exigencia de medidas, las reivindicaciones del Sindicato y de sus compañeros de causa pretenden obtener un segundo logro: explicaciones. «No entendemos que no se estén dando pasos… Eso lanza un mensaje de impunidad que hace que los agresores fascistas se sientan crecidos y muy confiados de que pueden hacer y deshacer lo que quieran sin que pase absolutamente nada», protesta López. De ahí que su petición, en nombre de los hoy manifestados, haya sido la de «medidas concretas». Un conjunto de peticiones que hoy han registrado en el Consistorio y que, esperan, pronto puedan poner sobre el tapete directamente ante Delegación del Gobierno.