El estado de salud de la perra más famosa de la Benemérita mejora gracias a los cuidados y el cariño de su familia

Hay héroes que no necesitan capa. De hecho los hay que, incluso, no necesitan tener ni manos. Y tienen pelo, mucho pelo. Y lo pierden como si fueran dejando un millón de hilos con los que tejer esa maldita capa para los demás.
Es el caso de Tina es que, antes que nada, es Guardia Civil. Retirada, pero uno no deja de ser de la Benemérita nunca. Tina es una de las mejores en lo suyo, encontrar droga o billetes de curso legal y por ello recibió distinciones y medallas. Por cierto, Tina es una labradora. Ahora, ya lejos del trajín diario de aeropuertos y tramposos delincuentes, se ha venido a vivir a Gijón donde comparte vida con Pedro, otro Guardia Civil retirado, que intenta darle una jubilación dorada ganada a pulso.
Pero es que, además, Tina es famosa. Ha salido en “Control de Fronteras” en el canal DMax, pero también se ha paseado por los platós de las televisiones generalistas. Es lo que tiene cuando tienes un olfato capaz de encontrar más de veinte millones de euros de coca en polvo o tres millones de euros en el maletín de un chino. Ahora el vicio de buscar no se le quita nadie y Pedro tiene que estar escondiéndole billetes por casa: “le dejo alguno de veinte o cincuenta y, cuando lo encuentra, me mira con cara de decirme: pero qué porquería es esta”.

Hace unas semanas Tina se puso mala. Pensaron que podría ser un cáncer y Pedro subió un post a sus redes sociales contando cómo se encontraba la heroína. Se montó la gorda, claro. El apoyo a una perra tan conocida y querida se dejó notar e, incluso, hubo quien abrió un crownfunding para financiar el tratamiento médico que necesitara Tina. La abrió un policía de Oviedo y, quien quiera, puede echar una mano a Pedro a través de este enlace.
Al final no hubo cáncer, aunque sí una enfermedad provocada por la picadura de una o varias garrapatas. Eso provocó que sus órganos se llenases de líquido y pusieran en peligro su vida. Pero ya está en casa. De hecho ya lleva unos diez días en compañía de su familia. Porque, ante todo, Pedro y los suyos son su familia. “Con todo lo que ha hecho ella por este país, es lo mínimo que merece”, afirman.



Pero la lucha continúa. Tina sigue fastidiada por ese mal bicho que tanto tememos los dueños de perros. Una cosa minúscula y maligna que fulmina la salud de cualquier peludo. Pero es fuerte. Porque, a pesar de el agujero que le ha dejado la infección en la pata – y que tienen que curar cinco o seis veces al día -, la infección va remitiendo poco a poco. Apenas anda, pero ya se pone en pie pese a que por la herida se le vea el tendón y el hueso. Y eso ya es algo en comparación con las últimas dos semanas. Pero lo conseguirá, seguro. Amor y cuidados no le faltan. Y una familia que la adora, tampoco.
Vamos a ver si lo digiero: La perra ha prestado un servicio al Estado ejemplar, gracias a ella se ha podido desarticular varias bandas de traficantes, además de otros servicios en favor de la ciudadanía. Ahora que necesita cuidados, se tiene que hacer cargo Pedro ( mi felicitación Pedro). Me dan ganas de cortarme las venas… una » funcionaria» sin Seguridad Social.. es que el jodido Estado, no le puede conceder una » jubilación» unos cuidados sanitarios en reconocimiento por su «ESPLENDIDA HOJA DE SERVICIO»? Sr Marlaska: como ministro del interior, a mi me daría verguenza, tenemos el mayor número de políticos de Europa, cobrando un pastón, es que los servidores de 4 patas, no se merecen un trato digno???? Que asco me da esta calaña, que lacra…..
Totalmente de acuerdo.