«A la derecha actual le sobra revancha y le falta cordura y debería copiar de esa otra derecha que ha convertido a Málaga, por ejemplo, en referencia de cambios modales, de sostenibilidad y pacificación»
Climatológicamente, estamos asistiendo al cambio climático más brusco que se ha podido medir hasta la fecha, con las consecuencias de desastre ecológico y humano que eso acarrea.
Tal es el nivel de urgencia, que recientemente hemos oído a la propia alcaldesa de Gijon, Carmen Moriyón, reclamar un parque para todo el ‘solarón’ del Plan de Vías. Bienvenido sea el cambio de opinión, y el cambio de miles de pisos por miles de metros de prau.
También se oye, ya sin titubeo alguno, a los concejales y concejalas de casi todo el espectro ideológico, salvo Vox, asumir que hoy es más importante un parque y un árbol que más asfalto y viales para coches.
Pero el discurso guapu choca muchas veces con la praxis diaria, y así la derecha, donde puede y gobierna, sigue con su mantra de revertir los cambios de usos en el espacio público, modos de movilidad, carriles bicis, etc., que promovió la izquierda en muchas ciudades. En Gijón también.
La derecha que representan Foro y el PP, subyugadas sus acciones por el discurso retrógrado de Vox, ha sido la negación absoluta de cualquier cosa que hable de movilidad sostenible y redistribución de usos del espacio público.
Hemos vivido un mandato anterior lleno de crispación ideológica, aunque justo es reconocer que, en algunas cosas, se les puso a güevu. Una crispación negacionista alejada de cualquier posibilidad de raciocinio y avance. El exconcejal de Vox, Eladio de la Concha, llegó a preguntar, y no sólo él, por qué no podía pasear con su coche por El Muro.
A la derecha actual le sobra revancha y le falta cordura, y debería copiar de esa otra derecha que ha convertido a Málaga, por ejemplo, en referencia de cambios modales, en sostenibilidad y pacificación. O, incluso, a la Oviedo de Gabino de Lorenzo, para no irnos tan lejos.
La singularidad de Gijón con Pelayo Barcia, de Foro, como concejal responsable de Movilidad, es que se sigue ese camino de retroversión aunque tiene esa virtud de envolverlo todo con análisis torticeros y leguleyos para parecer lo que no es: «Ahora lo revertimos, pero lo vamos a hacer mejor». Y, mientras tanto, pues vuelven los carriles de coches al Muro, tal y como los dejó Moriyón en 2019, y ahora les ha dado por quitar los bolardos de protección en los accesos a algunos colegios públicos. Un acción incomprensible e inadmisible, pues no contempla, a la par, solución inmediata alguna que dé seguridad a nuestros más vulnerables, los niños. Es decir, los niños, ahora mismo, están peor protegidos que hace una semana.
El discurso ‘cochista’ de la libertad de conducir donde quieras fue un caladero de votos que, sin embargo, no van a poder mantener en el tiempo. Casa mal un discurso verde y ecológico pretendiendo no actuar sobre los agentes que más contaminan en la ciudad.
Por otro lado, Europa nos hará ‘entrar’ en razones de tal manera que en Gijón, al igual que pasó con el Madrid de Almeida, que mucho negar, pero han restringido aún más los accesos a la ciudad, en breve no pasarán los coches B y C de la M30. Si no queremos sanciones, si queremos tener ayudas europeas para la transición energética o el transporte público, EMTUSA en nuestro caso, tendremos que actuar según sus directrices, lo cual quiere decir que no se revertirán más obras de movilidad, porque algunas de ellas están avanzadas con arreglo a las ayudas europeas. Así, ya no oímos hablar de la ‘ecomanzana’ y el carril bici del oeste. No, ahí ya no va nadie a hacerse la foto. Y sobre el tema de las ‘ecomanzanas’ y las ZBE (zonas de bajas emisiones), que tendremos que poner y si no que vayan a Madrid a verlas, lo más original que he oído es pretender meter a Cimavilla en este embrollo, cuando este barrio ya tiene, de por sí, una catalogación propia que conlleva accesos restringidos desde hace tiempo. Esto ya no cuela. Cimavilla ya está harta de ser el comodín de todos los gobiernos, para luego seguir siendo la eterna olvidada.
El caso es que Europa ya empieza a ponerse seria con les perres y quién no hace los deberes no ve un euro. Ya hemos perdido unos millones por pura incompetencia de algún funcionario y también responsable político anterior y sabemos que es posible que perdamos varios millones de euros por andar jugando con esto.
Tampoco se habla ya mucho del soterramiento del Muro y cada vez menos de remar en el Piles.
Y, desde luego, de lo que no se habla en absoluto en movilidad es de PARTICIPACIÓN. Hasta la fecha, ni una sola palabra hemos oído de convocar al Consejo de Movilidad, si va o no a seguir funcionando, si nos llamará a las y los vecinos. El concejal responsable de movilidad lo que está haciendo de diez en este tema de la participación es «la estatua», el inmovilismo.
Es lamentable una vez más la demagogia de este tipo de artículos de «opinión»….poner una foto de la contaminación de Arcelor cuando todo el mundo sabe (o no…) que esas competencias las tiene el Principado(o sea Barbón) y utilizar a los niños para dar más «penita» es lamentable….
Apestan más que las baterías de Cok de Veriña estos artículos ….
Y lo dice alguien que el 80 por ciento de los desplazamientos que hago por ciudad son en bici, ¿De veras alguien puede defender el carril bici Scalextric del Gobierno anterior???
Si. Yo lo defiendo.
Ese carril bici permitía un espacio mayor para los peatones que ahora mismo se ha reconvertido en carril bici. Ese espacio era muy utilizado por personas corriendo, patinando y paseando. Paseando de verdad, con «les dos patines», y no en coche. Eso no es pasear, aunque algún peso pesado del ayuntamiento con cargo en movilidad lo considere. Supongo que alguna razón de peso tendrá Barcia para no desplazarse andando.
Nos vendieron que ese carril denominado por usted scalextric, era inseguro. Creo recordar un solo accidente y habrá que ver sus circunstancias, nunca aclaradas. Sin embargo, yo he dejado de utilizar el nuevo porque la invasión continua de peatones cruzando, cuando se va en dirección al Piles, apareciendo desde detrás de cualquier pérgola, si es en mi opinión un riesgo.
Vender ideología como argumento ‘racional’ para discutir de algo tan indiscutible como que para la mejor salud física y mental todos necesitamos menos humos y más paseos opino que tiene ‘patas muy cortas’ salvo para cortitos mentales (que habeilos hailos)