La mercantil catalana se hace con el contrato para demoler el edificio por 568.096,78 euros, IVA aparte, imponiéndose a las otras diecisiete empresas que concurrieron a la licitación; el Ayuntamiento prevé que las obras empiecen «antes del verano»

Todo apunta a que, por fin, la anhelada y fuertemente solicitada demolición de la nave abandonada de Flex se hará realidad este año. Y en cuestión de pocos meses, además. Tal como anunció este martes el portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, al término de la Junta de Gobierno Local, el Ayuntamiento ha adjudicado el contrato para derruir el ruinoso edificio, ubicado en el barrio de La Calzada, a la mercantil catalana Hercal Diggers, SL, que asumirá la tarea por un importe de 568.096,78 euros, IVA al margen. La firma en cuestión dispone ahora de un plazo de cuatro meses para completar unos trabajos que, esperan en el Consistorio, comenzarán antes de verano.
«Este año podremos dar por cumplido este compromiso que adquirimos el año pasado, cuando declaramos en ruina urbanística la nave«, declaró ayer Martínez Salvador, en el transcurso de su comparecencia ante los medios, trasladando una buena nueva que, en el momento en que se materialice, pondrá fin a una de las reivindicaciones históricas de los vecinos de La Calzada. No en vano, durante años se ha advertido al Ejecutivo del constante deterioro del entorno, de la acumulación de residuos de todo tipo dentro y fuera del edificio, y de la caída de cascotes a la vía pública. La demolición, costeada con fondos municipales, fue aprobada por el Pleno el pasado 9 de mayo, pero desde entonces se han encadenado retrasos y demoras de variada índole, tensando la cuerda de la paciencia ciudadana. Tanto fue así que este año, a finales de enero, varias decenas de lugareños, acompañados por representantes de algunos de los partidos políticos con representación plenaria, se manifestaron ante la nave para exigir el desbloqueo del proceso y su completa demolición.
En el aire está ahora la polémica en torno a la utilización que se hará de la parcela resultante, una vez termine la intervención de Hercal Diggers. Desde las filas del PSOE se ha propuesto reiteradamente destinarla a la construcción de un aparcamiento disuasorio, pero el tripartido que integran Foro, el PP y Oliver Suárez, concejal no adscrito, han descartado esa opción. Mejor acogida parece la posibilidad de erigir hasta 270 viviendas, una opción contemplada en el Plan de Ordenación Urbana (PGO) actualmente vigente. Ahora bien, para consumar cualquier potencial aventura constructiva sería preciso, antes, tomar posesión de la parcela, cosa que sólo ocurrirá una vez se complete la compra de la misma al Grupo Flórez, actual propietario.