El grueso de las asociaciones vecinales del distrito occidental ultiman las actividades que ofrecerán hasta después de Reyes, mientras en todos los barrios resuena el malestar por la «insuficiente» iluminación festiva
Puede que, en estos días que sirven de antesala a las celebraciones navideñas, lugares como el Muro de San Lorenzo, el ‘solarón’, la plaza del Parchís o, este año en concreto, Montevil, por ser punto de partida de la Cabalgata de Reyes, sean los que en Gijón acaparen más interés, expectación y selfies. Sin embargo, ni por asomo la actividad de estas fiestas se limita únicamente a la zona centro de la ciudad. En todos los distritos, en muchos de sus barrios, colectivos y particulares se afanan por ofrecer sus propias propuestas, orientadas tanto a grandes como a pequeños, con el objetivo de hacer de ésta una Navidad digna de un recuerdo más que especial. Y, para ejemplo, un botón: la zona oeste, donde los habitantes de puntos tan dispares como La Calzada, Pescadores o Tremañes ya ultiman los detalles de sus iniciativas, más o menos rompedoras y multitudinarias, pero en todos los casos motivadas por un denominador común: dar un toque diferenciador al acontecimiento más icónico del cambio de año.
Aunque su protagonismo en las últimas jornadas se debe más a las protestas por lo que se entiende como un escaso despliegue lumínico navideño por parte del Ayuntamiento, El Muselín no ha renunciado a su concurso de alumbrado de fachadas, ya en marcha y que concluirá el 22 de diciembre, a las 18 horas, con la elección de los tres diseños ganadores de entre los hasta ahora trece domicilios participantes. La labor del jurado y la entrega de galardones serán en un acto que contará con la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón, y que se desarrollará en la sede de la asociación de vecinos del lugar; la misma en la que el 23, a una hora similar, recalará Papá Noel, chocolatada mediante, para entregar algunos obsequios a los niños del barrio. «El ambiente siempre es bueno por estas fechas, y el concurso va bien, pero El Muselín sigue abandonado; está deshecho», lamenta Sotero Rey, presidente vecinal. Y que el Consistorio se haya limitado a situar dos adornos, «uno de ellos en un árbol sin podar», no ayuda. «La empresa Germán Vizcaíno nos llamó para disculparse, y nos dijeron que mirarían si podían poner algo más. Esperemos que así sea; no pretendemos que nos pongan las luces del centro, pero pagamos los mismos impuestos que los que viven allí, y lo de este año es ridículo».
La juventud retiene el control de la Cabalgata en Pescadores
Papá Noel también estará presente el 23 de este mes en Portuarios, a las 18.30 horas, en una apuesta tradicional coordinada con los barrios de Pescadores y de Jove, y que, admite el presidente Víctor Jesús Vázquez Rascón, «siempre funciona muy bien, aunque hay pocos niños; suelen ir unos veinticinco. Pero les presta mucho; les encantan las chucherías y el chocolate». Por su parte, Jove recibirá al príncipe Aliatar en la tarde del 5 de enero, presencia combinada con su Torneo de Ajedrez de Navidad, mientras que las calles de Pescadores volverán a ser feudo de su propia Cabalgata, con una larga historia en su haber pero que, desde 2022, organizan los más jóvenes del barrio. Algo de lo que se siente visiblemente orgullosa la presidenta Rita Rendueles, encantada de que «estén ayudando tanto como lo hacen. Siempre tuvimos un paje, pero desde que lo cogieron los chavales es otra cosa».
Tampoco La Calzada se privará de su particular catálogo lúdico navideño; el mismo que el responsable de la Asociación ‘Alfonso Camín’, Carlos Arias, celebra que «tiene muy buena acogida, y hace que el espíritu de las fiestas se note; en especial, en las calles principales». Su aportación comenzará a las 17 horas de este viernes, en el Ateneo, con un taller de centros de mesa temáticos, al que sucederá el 3 de enero, a las 17.30, la visita de Aliatar. No obstante, será en Tremañes donde tenga lugar la iniciativa más emotiva. Este mismo sábado, 16 de diciembre, a las 14 horas, la sede de la Asociación de Vecinos ‘San Juan Bautista’ albergará el homenaje colectivo a los habitantes más mayores del lugar, en forma de picoteo fraternal. Se hará, eso sí, sin perder de vista la lucha porque el Ejecutivo gijonés autorice de nuevo que Melchor, Gaspar y Valtasar visiten la parroquia en la tarde del 5 de enero, «como se hacía antiguamente», recalca el presidente vecinal, Constantino Alas. «Es verdad que se nota mucha vida por estas fechas en Tremañes, pero de aquella se juntaban casi cien niños, y eso que sólo estaban diez minutos con los Reyes Magos».
Un alumbrado que ensombrece el ánimo
Pero no todos los barrios del distrito oeste se han subido a la ola navideña. En El Natahoyo, a cuyo frente se encuentra Álvaro Tuero, de la Asociación ‘Atalía’, se ha decidido conservar el hábito de no programar nada fuera de las actividades ordinarias del resto del año. Una opción que gana enteros a tenor del ambiente que se respira allí estos días, apesadumbrado y en absoluto festivo desde que se dio orden de retirar la decoración para que la empresa Duro Felguera pudiese transportar sus productos fuera de las instalaciones. Ya en 2022 nos tuvieron hasta el 22 de diciembre sin alumbrado, y este año se montó, cayó un arco lumínico, no lo repusieron y, poco después, nos los habían quitado todos», cuenta Tuero. La cuestión, eso sí, viene de lejos. «El problema es que Duro Felguera cree que la avenida de Galicia es suya, y no se da cuenta del efecto. Antes venían los niños a hacerse fotos con los motivos navideños, pero ahora hasta han cortado la corriente a los de parque. Ojalá se solucione…», confía.
Tampoco Tremañes se libra de la opinión generalizada sobre la insuficiencia de la iluminación municipal en la zona oeste. «Se instalan en la avenida de los Campones y en el centro del barrio, pero solicitamos que pusiesen alguna más, y desatendieron la petición; no sabemos por qué circunstancia, pero entendieron en el Consistorio que con esos dos puntos sería suficiente», comparte Alas. En La Calzada, indica Arias, se ha repetido punto por punto el esquema del año pasado. «La calle principal está bien, pero se podría mejorar en otras calles aledañas, y hacer actividades como música, talleres… Eso incentivaría el consumo», considera. Más tajante aún es su homólogo en Jove, José Ramón Fernández, víctima, como Pescadores, de la directa ausencia de decoración. «Aquí las luces brillan por su ausencia; Jove está fuera del circuito festivo del Ayuntamiento, y nos prometieron algo para los alrededores de la empresa, pero aún no hay nada, aunque la gente nos pregunta mucho», comenta Fernández. En cuanto a Pescadores, Rita Rendueles es tajante. «El alumbrado es nulo», afirma. «Hemos comprado algunas cosas nosotros, pero no es igual, y está muy triste. No parece Navidad».
En cambio, en Portuarios, como sucede en La Calzada, sí que se ha hecho patente la decoración, aunque «es siempre lo mismo. Llevamos tiempo pidiendo que se ponga a la entrada una pancarta, o algo iluminado, pero el Gobierno no da su brazo a torcer».