El cantante gijonés y exconcursante de ‘OP Siglo XXI’ amenizará la mañana del domingo con música en directo: «Hay que recuperar esa cultura chigrera de toda la vida que se estaba perdiendo un poco»
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Se puede decir que lo de Pablo Pérez siempre ha sido usar la voz. Aparte de haber crecido cantando en casa junto a su familia, el gijonés de 29 años está intentando labrarse un futuro en el mundo del doblaje como profesor, además de hacer audiolibros y compaginarlo con su actual trabajo en los cines Yelmo. Tras haberse convertido en uno de los rostros más reconocidos del talent show musical de la TPA, ‘OP Siglo XXI’, muchos pueden pensar que tiene su futuro en orquestas y grandes escenarios garantizado, pero el cantante no quiere renunciar a otras de sus metas y prefiere seguir «viviendo la fiesta desde abajo». No busca más que lo que tiene, como su próxima actuación el domingo 19 en sesión vermut de La Montera Picona, un lugar en el que se siente como en casa.
Viene a la sidrería gijonesa con mucha frecuencia «a ver amigos cantar» o con sus padres, «clientes habituales», y alguna vez le han invitado a cantar alguna canción. Sin embargo, confiesa que llevar a cabo una actuación propia «es otra cosa» y le provoca más nervios. «Estoy acostumbrado a cantar poco tiempo y estos repertorios duran una o dos horas, así que va a ser un buen trecho», cuenta. Sabe que su familia y amigos ya han llamado al bar para reservar mesa, por lo que siente una mayor responsabilidad a pesar de haber cantado frente a públicos más exigentes como el jurado de ‘OP Siglo XXI’.
«Bueno, al final en La Montera habrá personas en vez de cámaras e incluso algún miembro del jurado». El gijonés se refiere a su tío Luismi Fernández, integrante del grupo Assia y juez en el concurso. Durante los meses de emisión, Pablo vivió con la paradoja de tener a un familiar evaluando sus actuaciones, lo que define entre risas como «arma de doble filo, según se mire». De todas formas, reconoce que «él intentaba no valorar mucho» y nunca se trasladaron tiranteces a casa. Es más, a pesar de definirse como alguien «muy nervioso», recuerda sentirse siempre «muy a gusto» durante su paso por las tres ediciones en las que participó.
De entre sus rivales ante las cámaras se lleva a una gran cantidad de «amigos de verdad» y el impulso de la fama. «OP es muy buen trampolín para visibilizarte teniendo en cuenta lo acotado que está el mundo de la música en Asturias, tiene muy buenos datos de audiencia y esos siempre ayuda», reflexiona. De hecho, reconoce que si no hubiese estado en el programa, probablemente no hubiese tenido oportunidades como la actuación del domingo en La Montera.
Habla con mucha emoción del vermut que amenizará porque tal y como asegura, está siendo parte de una iniciativa que apoya, la de recuperar la música en directo en sidrerías. «Esa cultura chigrera se estaba perdiendo un poco y es una pena porque es una oportunidad estupenda para gente que empieza de cero». En su opinión, hace falta incentivar el ambiente de sidrería «de toda la vida, que te escancie el camarero…ese carácter de La Montera». Este domingo, amenizará esa atmósfera ‘de siempre’ al ritmo de clásicos como Camilo Sexto o Raphael, que combinará con sus propios gustos, música más actual como Pablo López, su artista favorito, junto a baladas y pop en español.