Confían en un verano que alegre la situación, pero alertan: «Dos meses buenos de verano no compensan un año de incertidumbre»

«En la Unión de Comerciantes de Asturias estamos muy preocupados por la actual situación económica, con origen en acontecimientos globales pero de efectos muy locales en las miles de empresas de comercio minorista de esta Comunidad Autónoma», explican desde la Unión. Esta situación, señalan, coloca al comercio asturiano entre los de peor desarrollo nacional en lo que va de año.
«La estadística nos lleva avisando en estos meses de 2022, después de un mal llamado crecimiento cercano al 0% en enero y febrero, el comercio asturiano tiene una evolución negativa tanto en marzo ( -8,3%) como en abril ( – 0,8%) y eso, además de la fría estadística se percibe en cualquier localidad asturiana en las que, salvo en momentos puntuales de afluencia de visitantes, las calles no tienen el pulso comercial que tenían, las tiendas están más vacías y los locales cerrados son más numerosos». Algo que, entienden, viene derivado del incremento de gastos en la economía familiar, como la energía o los combustibles y el incremento de precios que provocan estos costes en la alimentación.
Un verano que «alegre» la situación
Aún así, desde el colectivo «confía» en un verano que alegre la situación, «en una afluencia de turismo a Asturias que consuman y no solo en el comercio, también en empresas de hoteles, hostelería y servicios». Pero alertan, «dos meses buenos de verano no compensan un año de incertidumbre y si algo hace mella en las empresas de comercio minorista es la incertidumbre de no saber qué pasará con su clientela».
Así, señalan que «tenemos que mirar lo que otras Comunidades Autónomas está haciendo y lo que podemos y debemos exigir en la nuestra para, al menos, pasar estos meses de mayor presión por el descenso del consumo familiar, de la mejor forma posible». En cuanto a los fondos económicos que en Asturias se están destinando al comercio minorista, explican que atienden a necesidades a medio y largo plazo para una mayor competitividad del sector en la medida en que se adapte a las necesidades de digitalización y sostenibilidad que se imponen a las empresas, pero «para llegar al medio plazo hay que superar el corto plazo y éste implica trabajar para lograr mayores ventas en los próximos meses».
Confían en los bonos como método más directo para incentivar el consumo: «El País Vasco invierte 5 millones de euros en cada ejercicio en este sistema y moviliza 15 millones en consumo, el Ayuntamiento de Gijón con una inversión de 1 millones ha llegado a movilizar casi 3 millones de euros». Y es que, para la Unión, las familias perciben con estos bonos una ayuda al consumo y animan a la compra, los comercios reciben unas compras que de otra forma no se producirían o al menos no en este volumen y el sector comercial sigue generando empleo, riqueza y calidad de vida en nuestros pueblos y ciudades.
«Es nuestra obligación demandar al Gobierno de Asturias una acción contundente en esta línea para el próximo otoño , una acción decisiva de defensa y apoyo al entramado comercial asturiano porque si no actuamos en las necesidades a corto plazo no tendremos empresas a las que digitalizar, potenciar, ayudar y hacer sostenibles a medio y a la largo plazo», terminan.