Representantes locales, regionales y de diversas entidades asistieron al homenaje a los doce pioneros de la región en la Selección Española Absoluta entre 1967 y 1992 celebrado en el Recinto Ferial ‘Luis Adaro’

Ser recordados. Perdurar en la memoria. Hacer historia. Tal vez, incluso, alcanzar, de algún modo, la inmortalidad. He ahí el sueño más o menos declarado que todos los seres humanos, dediquen a lo que dediquen sus esfuerzos, atesoran en lo más profundo de su ser. Y no cabe duda de que los doce primeros asturianos que, allá por el periodo comprendido entre 1967 y 1992, vistieron la camiseta de la Selección Española Absoluta de Balonmano han visto cumplido ese deseo. Un hecho que quedó sólidamente constatado el pasado viernes, en el transcurso del emotivo homenaje que la ciudad, el Principado y un nutrido grupo de aficionados brindó a los once de ellos que aún continúan con vida en el Recinto Ferial ‘Luis Adaro’. Una velada tan digna de ser rememorada como las propias trayectorias de aquellos atletas, diez de ellos todavía vivos, y que se convirtieron por méritos propios, en palabras de no pocos de los presentes, en auténticas «leyendas del balonmano».
Entre abrazos de seguidores y excompañeros, vítores de toda clase, alguna que otra lágrima y, sobremanera, la conciencia de haber aportado su grano de arena a gestas deportivas imborrables, allí se alinearon Faustino Villamarín, Pepe Llaneza, Juanón de la Puente, Javier Meana y Vicente Moral. Junto a ellos no faltaron Milagros Villanueva, Ángela Ferreras y Maribel Morán, sin olvidar a Chechu Fernández, a Javier García Cuesta y a Chechu Villaldea, el más joven de esta pequeña hueste de veteranos. La evolución de cada uno de ellos fue detalladamente desgranada, con un nutrido aporte de fotografías y videos como apoyo. Con todo, no hubo instante más emotivo que el que se dedicó a José Antonio Roncero Zabala, considerado el auténtico ‘padre’ del balonmano asturiano, íntimamente ligado al Real Grupo Covadonga y que falleció en diciembre de 2016, a la edad de 83 años. A él, como a los demás, le dedicaron cálidas palabras de elogio Jorge Pañeda, concejal de Deportes de Gijón; Mariví Monteserín, alcaldesa de Avilés, y Manuela Eleazar, directora general de Actividad Física y Deporte del Principado. También Álvaro Alonso Ordás, secretario general en Cámara de Comercio de la ciudad, ensalzó el papel jugado por aquellos pioneros en la construcción del talento que esta disciplina ha conseguido alcanzar en la actualidad.