Los paros están fechados para las jornadas del 23, 24, 30 y 31 de diciembre; las entidades sindicales denuncian que las negociaciones se hallan bloqueadas, y que en varias categorías los sueldos son similares al salario mínimo interprofesional
Si la semana pasada estuvo marcada, en buena medida, por los dos días de huelga en el sector del transporte de viajeros por carretera, la que arranca este lunes lo ha hecho amenazada por la sombra de una nueva movilización. Esta vez, en el sector del comercio minorista. Los sindicatos han convocado cuatro jornadas de parones entre los trabajadores de los supermercados de la región, fechadas los días 23, 24, 30 y 31 de diciembre. ¿La razón? El bloqueo, a juicio de las organizaciones sindicales, de las negociaciones para actualizar el convenio colectivo que rige la actividad en dicho sector. Aun así, entre los empresarios aún reina cierto optimismo; tanto, que la Asociación de Supermercados del Principado de Asturias (ASUPA) ha afirmado que espera que, finalmente, se alcance un acuerdo y no se alcance un extremo que consideran «desproporcionado».
Bajando al detalle, la base fundamental del malestar entre las plantillas se encuentra en las condiciones salariales. Así, los trabajadores de hasta cuatro de las distintas categorías que conforman el organigrama de los supermercados asturianos cobran el equivalente al salario mínimo interprofesional (SMI), sin que se apliquen diferencias de categoría entre ellos. En ese sentido, frente a la propuesta de aumento salarial del 2,8% planteada por la patronal, los sindicatos exigen que alcance un 4% para 2024, elevándose al 2,5% durante los dos años siguientes. Por el momento, ASUPA no se ha confirmado, ni desmentido, que tales reivindicaciones vayan a ser atendidas en bloque, aunque sí ha asegurado que se está «negociando de buena fe y pensando en el beneficio de los trabajadores no habrá huelga y finalmente se alcanzará un acuerdo».
El que las fechas de la huelga coincidan con algunos de los momentos más críticos de la temporada de Navidad ha hecho saltar las alarmas entre los consumidores, que temen que pueda darse un marco que lastre las compras de última hora previas a las fiestas. A ese respecto, no obstante, la patronal de los supermercados ha lanzado «un mensaje de tranquilidad a empleados y clientes».