A sus 33 años esta vecina de La Calzada, dependienta de profesión y aficionada ‘rojiblanca’ confesa, se ha hecho con la camiseta de la segunda equipación del Real Sporting, y a aspira a vestirla en un deseado y muy anhelado ascenso a Primera
Ser del Real Sporting no es una elección. Bueno… O sí, probablemente lo sea. Pero es bastante probable que, si se le preguntase a cualquiera de los miles de aficionados a los que la librea ‘rojiblanca’ eriza el vello, su respuesta no incluiría palabras como ‘elección’, y sí otras como ‘sentimiento’, ‘forma de vida’ o ‘pasión’. Algo, en cualquier caso, mucho más emocional que racional, a menudo dilatado en el tiempo, y que acostumbra a remontarse hasta la más tierna infancia. Así se siente Melody Menasalvas Moriyón desde que, siendo muy niña, abrazó por primera vez esa afición sportinguista a la que ahora, a sus 33 años, sigue siendo leal. Una fidelidad compensada, pues esta joven vecina de La Calzada se ha convertido en la ganadora del sorteo ‘Inicio de Liga’ de miGijón, haciéndose con una flamante camiseta de la segunda equipación del club gijonés.
«Creo que soy del Sporting desde que nací, y seguidora, de siempre», afirma, convencida, esta dependienta de profesión, cuyo oficio no siempre le permite acudir al Molinón a presenciar los partidos, pero que procura no perderse ninguno de los encuentros coprotagonizados por sus colores, aunque sea en diferido. A fin de cuentas, dado que «si se puede ir al campo, voy, pero, si no, se ve con los colegas en un bar», lo que cuenta es el estar ahí, físicamente o en la distancia, apoyando a los suyos. Uno ‘suyos’ que, confirma Menasalvas, tienen un ‘algo’ especial, que hace que los ánimos no decaigan pese a las derrotas y frustraciones. «A los del Sporting el ánimo nunca nos decae, jamás tiramos la toalla; es algo que forma parte de nuestra naturaleza, de esa esencia tan de aquí. Y, aunque pueda llegar a caer, uno aprende a levantarse y a volver a intentarlo», teoriza. Por eso, es optimista de cara a la temporada que está a punto de comenzar. «Tengo la esperanza de que va a ser buena; seguiremos tirando para delante».