La alcaldesa ha argumentado que de esta manera se pueda avanzar en el contacto y selección del contenido que vaya a albergar el espacio de forma paralela al fin de las obras

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ha anunciado que el Ayuntamiento va a convocar una plaza de dirección artística para, de forma paralela a la obra de reforma del emblemático edificio de Tabacalera, se pueda avanzar en el contacto y selección del contenido que el mismo vaya a albergar. La Regidora ha destacado, durante un acto de aniversario del diario La Nueva España, que el proyecto de Tabacalera está llamado a ser «un catalizador que sitúe a la ciudad en el mapa cultural europeo y que nutra, con ello, el resto de equipamientos».
Moriyón ha apuntado que el perfil que se busca para este cargo está «ya en definición» y tendrá la misión de «acompañar los trabajos en el edificio al mismo tiempo que visualiza y concreta su uso». De hecho, ha indicado que la previsión es que se inicie la obra en su interior a finales de este año, de forma que, si se cumplen los plazos previstos, el edificio esté listo para su apertura a finales de este mandato. «Esta ciudad siempre ha crecido a partir de la ambición por hacerse grande y de la valentía de ir a por ello», ha resaltado. Además, ha defendido que «el potencial cultural de Gijón no debe reducirse únicamente a la zona centro».
En ese sentido precisamente, ha mencionado el proyecto del palacio de San Andrés de Cornellana en el barrio de Contrueces, un antiguo albergue juvenil que llevaba años cerrado y «desatendido» y «ha recuperado la vida en forma de residencia artística». En general, durante su intervención ha destacado su apuesta por «un nuevo modelo con capacidad vehicular a la hora de distribuir la cultura en el espacio y abarcar los barrios como forma de potenciar y no de repartir».
Este inicio de «nuevo polo cultural en la zona sur de Gijón», quedará finalmente asentado con el proyecto para reconvertir los antiguos depósitos de agua de Roces en un espacio expositivo y de trabajo artístico. Para ella, de esta manera la red cultural gijonesa no solo crecerá de forma «coherente y sostenible», sino que también completará eslabones que estaban pendientes de desarrollar en todo su potencial, como es la atención a los artistas emergentes, según la Regidora.
«Un catalizador que sitúe a la ciudad en el mapa cultural europeo y que nutra, con ello, el resto de equipamientos» Claro, Moriyón. A los vecinos, que les den.