El colectivo escoge a la titular de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico por «sus muchos méritos en su desastrosa gestión», imponiéndose a candidatos como HUNOSA, ArcelorMittal o el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha concedido ‘La Bullada Purpurina’ de este 2024, su ‘premio’ a las peores decisiones tomadas en materia medioambiental en el Principado, a la consejera Nieves Roqueñí, en reconocimiento a «sus muchos méritos en su desastrosa gestión dentro de sus competencias». De ese modo la titular de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, en el foco estos días tras revelarse las conexiones de parte de su familia con la empresa minera MINERSA, se ha impuesto a los demás candidatos, una relación que incluía a la también minera HUNOSA, a la siderúrgica ArcelorMittal, a la Demarcación de Carreteras y a Marcelino Marcos, consejero de Medio Rural asturiano.
El colectivo convoca este ‘galardón’ por trigésimo segundo año consecutivo para reconocer «la labor y acciones de las empresas, instituciones y administraciones que más han destacado en su labor en contra de la conservación de la naturaleza y el medio ambiente asturiano». En cuanto a los «méritos» de Roqueñí, la Coordinadora asegura que su gestión de los residuos en Asturias «es pésima». «Estamos a la cola del reciclaje en España y encima se empeña en quemar residuos en forma de CSR en la térmica de la Pereda y en la cementera de Aboño, aumentando la contaminación del aire que ya padecemos», han lamentado.
«No es ni siquiera capaz de que no se le quemen las plantas de tratamiento de residuos, nuevas y viejas, en COGERSA», han apostillado, asegurando que la consejera tampoco «escucha a los vecinos afectados por los proyectos mineros», ni «atiende las peticiones vecinales» respecto a la mina de oro de Belmonte «que se hunde». Respecto a la gestión de la calidad del aire, han lamentado que «la única medida que adopta es cambiar de ubicación las estaciones que ofrecen peores datos, a zonas más escondidas». Asimismo, han calificado de «desastrosa» la gestión de las aguas residuales, «con miles de asturianos sin tratamiento de aguas contaminadas».