El suceso no dejó heridos, pero sí cuantiosos daños materiales en un establecimiento especializado en la venta de artículos electrónicos; dos viviendas del bloque, de cuatro plantas, fueron evacuadas, y otras once resultaron confinadas, ante la densa humareda
Desde su entrada en servicio, y pese a haberse convertido en una presencia habitual por toda España, los patinetes eléctricos han estado envueltos en la duda, en la desconfianza y en la polémica. Que si son demasiado rápidos, que si resultan excesivamente silenciosos, que si transitan por las aceras, que si su empleo no suele ser el más prudente… Y, como colofón, que si sus baterías pueden llegar a estallar. Una posibilidad, esa última, muy plausible, que ha dejado escenas tan dantescas como la del vagón del Metro de Madrid destruido en octubre del año pasado, y que este mismo martes se repetía, a menor escala, en la localidad asturiana de Villaviciosa. Allí, en la madrugada de hoy, la fuente de alimentación de uno de tales vehículos explotaba y desataba un incendio que calcinaba parcialmente la tienda en la que se encontraba almacenado. Por suerte, no hubo que lamentar daños personales, pero sí materiales… Y de envergadura cuantiosa, todo sea dicho.
Según han confirmado fuentes del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), el establecimiento en cuestión, especializado en la venta de productos informáticos, se encuentra en la calle Víctor García de la Concha, en el concejo maliayo. El aviso llegaba a las 2.34 horas, y de inmediato partían hacia el lugar una dotación del parque local, y otra procedente de La Morgal. A su llegada, la humareda era tan densa, que fue necesario evacuar dos de las viviendas del bloque, de cuatro alturas, y confinar a los habitantes de otras once, para minimizar el riesgo de intoxicación por inhalación. Con las llamas ya sofocadas, y las tareas de revisión y ventilación en curso, se pudo constatar que el incendio había destruido buena parte de la mercancía presente en el negocio, como smartphones, tablets, ordenadores y demás componentes informáticos. A las 3.20 horas se dio por extinguido el fuego, y a las 6.12 los bomberos notificaban la llegada a sus respectivas bases, sanos y salvos.
Fernando, cuánto siento lo que os ha pasado. Espero que pronto recuperéis vuestro medio de vida. Un abrazo.