Un estudio de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico advierte de que el oleaje y la subida del mar puede anegar una zona en la que viven casi 6.000 vecinos
En pleno debate sobre la ordenación del Muro, el cambio climático pone en riesgo el paseo por excelencia de los gijoneses y parte del centro de la villa. El debate sobre la permanencia o no del ‘cascayu‘ pasa a un segundo plano cuando directamente existe la posibilidad de que sea ‘invadido’ por el Cantábrico a lo largo de este siglo. Este peligro lo han puesto encima de la mesa los expertos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que han elaborado mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación para los próximos cien años en la costa gijonesa. Los bocetos que acompañan a esta información marcan claramente cómo el oleaje podría afectar a buena parte del centro de Gijón hasta casi llegar al Humedal, además de la primera línea de la playa de San Lorenzo y una zona del arenal de Fomento. El estudio, realizado por la consultora Consulnima, se antoja una herramienta fundamental por parte del Estado para orientar hacia dónde deben avanzar los planes de gestión.
El estudio, que también aborda el posible riesgo de inundación de otros caudales asturianos, dibuja con un preocupante perfil de aquellas zonas urbanizadas de la ciudad que en un futuro próximo podrían sufrir los efectos del agua. En total, afectaría a 5.739 vecinos de Gijón que habitan en estas áreas potencialmente inundables. La mayor parte de edificios afectados serían viviendas, aunque también causaría estragos en algunos bares, comercios y bajos. Para el análisis los expertos han tomado en cuenta el oleaje y una altura máxima del agua de 6,4 metros. ¿Qué pasaría si se diera esta circunstancia? Una lengua de agua anegaría la iglesia de San Pedro y la Pescadería Municipal hasta casi tocar el Humedal. El mar llegaría a la calle San Antonio, la plaza del Carmen, Donato Argüelles… Y regresaría por la plaza del Seis de Agosto hasta la intersección de Capua y Marqués de Casa Valdés.
Patrimonio cultural
¿Y la primera línea de playa? Una franja en San Lorenzo de aproximadamente cien metros se adentraría en la ciudad. Y por el Piles devoraría la punta que sobresale entre el puente y el Marítimo. ¿Poniente? También afectaría a los alrededores del Museo del Ferrocarril. Estas inundaciones, más allá de edificios y comercios, ponen en peligro patrimonio cultural e histórico de la ciudad como la Pescadería Municipal, la iglesia de San Pedro, la torre de los Jove Hevia, el Antiguo Instituto… Los expertos ven claro que el mayor enemigo de Gijón es el cambio climático, el incremento del mar por el aumento de las temperaturas.