Ya que, al contrario que la reordenación del tráfico, sea subterráneo o no, de El Muro; la construcción del vial de Jove si solucionaría de manera objetiva problemas medioambientales severos, a la par que de movilidad, de más de 80.000 personas. Pero amigos, si quieren ser alguien en Gijón, mejor estén censados en un barrio al Este del río Pilón
El espacio en el que nos movemos, por el que circulamos, en donde trabajamos y del que, en ocasiones, disfrutamos, formará parte sin duda de la campaña electoral que está por venir.
La ordenación del territorio en Gijón en las últimas décadas ha sido un cúmulo de saltos al vacío, de apuestas de las que no vamos a dudar de su buena fe, pero que han condicionado el devenir social, económico y medioambiental de nuestra urbe. Y no solo de nuestra urbe, sino también de todo nuestro municipio porque, aunque a veces se nos olvida, Gijón es algo más que una ciudad grande, es un territorio. Y, como todos los territorios, su desarrollo depende en gran parte de las decisiones políticas que se tomen.
Veamos tres ejemplos de desarrollos de esta ordenación del territorio que están esperando por las decisiones políticas.
Qué mejor que comenzar con un ejemplo de este modelo territorial “made in” Gijón, ubicado además fuera de la zona urbana, como la ZALIA. Den por seguro que saldrá en la campaña electoral. Resulta difícilmente comprensible asumir el coste del endeudamiento público, más de 130 millones de euros de deuda, de una zona logística en la que no se ha logrado, aún, tras trece años de promesas, lo principal y más evidente, que es dotarla de capacidad logística. Se partió, por muy increíble que nos pueda parecer, creando un espacio sin accesos, ni por carretera, ni por ferrocarril. Lo que da lugar a una de las mayores contradicciones que podemos encontrar, un espacio que debe disponer de la mayor flexibilidad en cuanto a su movilidad espacial para poder generar sinergia económica, se ha construido y se ha endeudado sin contar con accesos, que están siendo construidos a posteriori y aún están por terminar. De este lugar se dijo, en campañas electorales pasadas, que generaría más de 2.000 puestos de trabajo. Sí, yo pienso lo mismo que ustedes. Veremos que se dice este año.
Y si la ZALIA carece de ordenación y de movilidad no menos aún le pasa esto a nuestro querido, ya es como de la familia, Plan de Vías. Aquí saltamos directamente de la zona periurbana a la zona urbana consolidada. Más de 30 años de montaje y desmontaje ferroviario han dejado a la propia ciudad de espaldas a un modo de transporte capital a la hora de vertebrar tanto Gijón como la difusa y ya totalmente olvidada políticamente, Área Metropolitana Central. Un encadenamiento de decisiones de carácter político que han posibilitado una situación de precariedad evidente en cuanto a la prestación de servicios públicos a la ciudad. Es un tema que creo que en esta campaña electoral y por primera vez también en décadas, intentará evitar la inmensa mayoría de los candidatos. ¿Por qué?, porque ¿qué van a decir que sea creíble?
Y la joya de la corona del debate actual (y de desviar responsabilidades de las dos chapuzas anteriores, por cierto). El muro de San Lorenzo, más bien la reordenación del tráfico de esta zona. El asunto forma ya parte de todas las diatribas del debate electoral, lo cual, y permítanme que me ponga de espaldas, es penoso para nuestra ciudad. Es penoso porque una intervención tan puntual, que no va a solucionar ni la movilidad de nuestra ciudad, ni va a propiciar mejoras ambientales reseñables, parece que está generando la discusión de más calado sobre la intervención menos necesaria en Gijón. Si el Ayuntamiento, llegado el caso, tiene necesidad de invertir un dinero que no tiene, dicho sea de paso, no estaría de más que cofinanciara junto al Estado el, este sí, necesario vial de Jove. Ya que, al contrario que la reordenación del tráfico, sea subterráneo o no, de El Muro; la construcción del vial de Jove si solucionaría de manera objetiva problemas medioambientales severos, a la par que de movilidad, de más de 80.000 personas. Pero amigos, si quieren ser alguien en Gijón, mejor estén censados en un barrio al Este del río Pilón.
Así que sí, considérenme un negacionista del problema de “El Muro”.