El sujeto, que podría reemplazar la pena por seis años expulsado de España, fue identificado en la confluencia de las calles Guipúzcoa y Badajoz
La Fiscalía de Gijón solicita una pena de cuatro años de prisión y multa de 600 euros, a sustituir por seis meses de expulsión del país, para un hombre acusado de haber traficado con drogas en la ciudad de Gijón. El juicio tendrá lugar en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, a las 10 horas de mañana.
De acuerdo al relato fiscal, sobre las 17.45 horas del 27 de abril de 2020 el acusado, nacido en Marruecos y en situación regular en España, fue identificado por agentes de la Policía Local en la confluencia de las calles Guipúzcoa y Badajoz de Gijón, teniendo en su poder sustancias estupefacientes «que pretendía destinar al tráfico ilícito». En concreto, portaba dos trozos de resina de cannabis, con un peso total de 43,55 gramos, ocultos en una hendidura de la palanca de cambios del vehículo que conducía, así como un envoltorio termosellado con 0,38 gramos de cocaína, con una riqueza del 67,5 %, que guardaba en el compartimento que había entre los dos asientos delanteros del coche.
Los 43,55 gramos de resina de cannabis alcanzarían un valor de venta en el mercado ilícito de 245,19 euros, mientras que los 0,38 g de cocaína tendrían un valor de 69,62 euros. Los uniformados también encontraron en poder del sujeto 1.140 euros en efectivo, en billetes de 50, 20 y 10 euros, procedentes de ventas anteriores de sustancias estupefacientes, amén de tres teléfonos móviles. Uno de ellos es el que supuestamente utilizaba el acusado para concertar encuentros con sus clientes, pues durante toda la intervención policial no dejó de sonar, apareciendo en la pantalla textos como ‘cliente número cuatro’, ‘cliente Ee’ o ‘cliente número 3’.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública, relativo a sustancias estupefacientes que causan y no causan grave daño a la salud, del artículo 368 del Código Penal.