Arrendadores de viviendas vacacionales y expertos en gestión inmobiliaria buscan dejar de ser blanco de «señalamientos» y piden más control contra los alquileres ilegales: «Nosotros seguimos la norma»
La proliferación de alojamientos vacacionales en la ciudad se ha convertido en uno de los temas (o preocupaciones) del momento al trasluz del anuncio hecho el pasado domingo por el Ayuntamiento de Gijón de pausar la concesión de licencias a nuevas viviendas de uso turístico (VUT). En el comunicado hecho precisamente por los titulares de Urbanismo y Turismo en el Gobierno local, Jesús Martínez Salvador y Ángela Pumariega, estos hablaron de “contener” un “problema” hasta articular un plan definitivo contenido en el Plan General de Ordenación (PGO).
Justificaron la inmediatez de la actuación como respuesta a los planes de Izquierda Unida, que informaba dos días antes sobre su decisión de proponer la moratoria para estas licencias en el próximo pleno. Ambos concejales defendieron que el grupo de la oposición ya conocía sus planes de llevar a cabo la medida antes de hacer pública su petición, y lo criticaron como una “enorme irresponsabilidad” por su parte, ya que airear la decisión desató un “efecto llamada” de solicitudes: 179 entre lunes y martes, “tantas como en los últimos cuatro meses” según el portavoz local. Gestoras inmobiliarias contactadas por miGijón hablan, en efecto, de “una cantidad desbordante de interesados” en los últimos días.
Es el caso de Tu Anfitrión. Desde la entidad especializada en las viviendas de uso turístico y alquileres de temporada confiesan haber tenido más cantidad de trabajo en la última semana que en todo su período de actividad desde que arrancasen a comienzos de 2023. “Muchos no pretenden utilizar la licencia inmediatamente, pero han preferido darse prisa y curarse en salud”, explican. Refrendan, además, la versión ofrecida por el Consistorio de estar pendientes a cambios normativos en un futuro no muy lejano: “Todos sabíamos ya que se iba a regular algo en los próximos meses, pero lo que contaban hacer y cómo pensaban hacerlo se les ha ido de las manos”.
Tras el anuncio inicial, el martes dieron a conocer las primeras precisiones que acompañan a la moratoria: la duración de la medida se limita a un año y sólo tendrá vigencia en “aquellas zonas en las que se registre una elevada afluencia de turistas”. El posterior mapa que completa la información avanzada por el Ayuntamiento acota Cimadevilla, el centro, La Arena y Fomento como principales afectados por la norma, aunque aseguraron tener la intención de dejar “muy claros” los futuros indicadores a partir de los que declararán un área urbana como tensionada. A este respecto el portavoz de IU, Javier Suárez Llana, defendió que en el caso de barrios como los mencionados se llegan a contar “50 plazas turísticas por cada 100 habitantes”. ¿Qué cifras se conocen hasta ahora?
Datos municipales a los que ha tenido acceso miGijón contabilizan un total de 1.425 viviendas de uso turístico registradas en 2023, más del doble que en 2020. En tres años se ha duplicado la oferta de estos alojamientos, que se agrupan un total de 6.901 plazas ofertadas en la ciudad. Sumadas a las 571 que ocupan las viviendas vacacionales (edificios sin vecindario, como casas o chalets), ambos alquileres turísticos constituyen un 54,4% de las plazas que acogen la demanda de turistas en Gijón. Superan por mucho en número a las de los establecimientos hoteleros, cuya influencia se ha reducido drásticamente desde 2022, con el cierre de 5 hoteles. Estos terminaron el año anterior anotándose 4.358 plazas, un 31,7% del total de la oferta local, que incluye campings, albergues o casas de aldea, entre otros.
Los pisos vacacionales suman un 1% del parque de viviendas de Gijón
¿Y la proporción de las VUT con los alquileres normales? Aún es pronto para extraer datos que comparen ambas modalidades directamente, pero desde el sector inmobiliario y la asociación de Viviendas de Uso Turístico de Asturias aportan argumentos en forma de cifras. Manuel Herminio García Álvarez, presidente de la asociación, propietario de una VUT y letrado del Colegio de Abogados de Oviedo con experiencia en el desarrollo normativo de los alquileres vacacionales, menciona al Instituto Nacional de Estadística (INE) para explicar que el parque inmobiliario del concejo lo componen unas 148.900 viviendas, de las cuales casi 20.000 son viviendas de uso esporádico o que no están ocupadas durante más de un mes, además de 8.000 vacías. “Suponen un 20% del total de pisos en Gijón en comparación al 1% que alcanzan las viviendas turísticas, es un porcentaje bajísimo”, resume.
Esa estadística sirve a García para concluir que “se debería dejar de apuntar a los pisos turísticos como parte del problema en el encarecimiento de los alquileres normales”. Agentes inmobiliarios también ponen el foco en otros motivos como el poder adquisitivo de los gijoneses: “Los salarios que hay ahora mismo en la ciudad no pueden hacer frente a los precios tan altos que hay ahora para acceder a un alquiler”.
Desde la agrupación de propietarios en la región hablan de “señalamiento” a la hora de tratar el aumento de los arrendamientos e insisten en que ellos son, precisamente, los “primeros” en ajustarse “a todas las normas que se nos exigen”. García reclama mayor interés por parte de administraciones de identificar aquellos alquileres turísticos ilegales con el convencimiento de que “en Gijón existen muchísimos más de los que creemos”. Algunos ejemplos sobre el control que recae sobre ellos pasan por la cédula de habitabilidad o la solicitud de datos de los huéspedes por parte de la policía antes de que empiece el arrendamiento.
Esmeralda Ceñal Modino es una de estas propietarias gijonesas y tiene una perspectiva similar sobre el asunto. Sacó la licencia de su vivienda cercana al centro comercial de Los Fresnos hace dos años y desde entonces, no ha habido prácticamente fines de semana en los que tuviera el piso sin huéspedes, además del lleno en las semanas de verano. Cuida “muy mucho” el perfil de visitantes a los que permite entrar en su casa, que se compone de familias, deportistas que vengan a participar en competiciones celebradas en la región o trabajadores de visita temporal.
Propietarios piden más control para detectar irregularidades en los alquileres: “Llevo dos años con la licencia y nadie vino a revisar si cumplo con todo”
Con su experiencia, considera que ya se puede hablar cada vez más seriamente de un turismo “desestacionalizado” en la ciudad, pero aún así se muestra de acuerdo con “cualquier regulación que ayude a ir por la norma” incluyendo la moratoria, porque su crítica incide justo en la “falta de control”. Desde la puesta en marcha de su alquiler en régimen vacacional, “nadie ha venido a revisar si cumplo con lo que me pedían”. También menciona más responsabilidad en plataformas como Airbnb, donde “no te pedían la licencia hasta hace bien poco”. Achaca la subida de alquileres convencionales a “al alza de hipotecas y otras cuestiones” y hace mención a cierta “inseguridad” como argumento para explicar por qué optó por establecer el uso turístico de su apartamento, por el que llega a embolsar más de 2.500 euros en un mes de verano: “En un alquiler vacacional, tienes problemas una semana, o un fin de semana, pero luego se van”.
Lucía. R. L., por el contrario, ve bastante probable terminar la temporada veraniega de este año dando por finalizado el uso turístico de su apartamento en Cimadevilla. Esta gijonesa del Barrio Alto arrendará el piso en modalidad normal, para los residentes de la ciudad y reconoce que en su decisión ha influido “ver el boom del turismo en el barrio y escuchar las quejas de vecinos”. “Llevo viviendo aquí 15 años y no me gustaría que la esencia de la zona cambiase”, confiesa. Describe como una “locura” la demanda vivida en el último año en la ciudad, en comparación a los otros 6 que lleva manteniendo el alquiler vacacional que, en su caso, se traduce en un perfil de nómada digital (normalmente extranjero) en temporada baja y de turista nacional durante los meses de verano.
Mantiene la misma confianza que Ceñal en los beneficios que puede tener una mayor regulación para ellas, pero cree que la subida actual de alquileres “va más allá del turismo”. Igualmente, recuerda que durante su llegada a Cimavilla en el año 2007 ya había rentas altas y una fuerte convivencia con el turismo. Menciona “altura de miras” para poder ver más allá de las VUT en la cuestión del alquiler: “El hotel de cinco estrellas que abrirá en el puerto también va a traer muchos cambios pero no preocupa tanto a la gente”.
Deberes para el Principado
El representante asociativo de las VUT en el Principado despide la conversación pidiendo más “coordinación administrativa” y una reacción temprana por parte del Gobierno autonómico, ya que “el Ayuntamiento no tiene competencias para declarar una zona como tensionada” según la Ley 7/2021 de Turismo a la que remite el abogado. Con el Pleno Extraordinario de mañana y la celebración de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), también desde mañana y hasta el 28 de enero, él y el resto de gijoneses verán cómo se mueve la siguiente ficha.