Más allá del susto, el choque no produjo heridos por ninguna de las partes, y el animal continuó su camino hacia el interior del monte

Encontrarse con un animal en la carretera, especialmente de noche, forma parte de la categoría de sustos familiares a los que casi cualquier conductor se ha enfrentado en algún momento. Gatos, perros, aves de todo plumaje, el siempre temido jabalí… El catálogo es amplio y, en según que especies, frecuente. Mucho más, al menos que, el ‘intruso’ con el que una pareja que circulaba el domingo por la autopista del Huerna se topó, y de forma bastante violenta. En pleno crepúsculo, y sin poder preverlo, un oso pardo irrumpió en la vía y fue embestido por el turismo en que transitaban. Por suerte, ni humanos, ni animal resultaron heridos, y el úrsido, que no tomó represalias, continuó su plácido camino hacia la espesura del monte.
Fue alrededor de las once de la noche cuando los dos ocupantes del coche, que regresaban a Oviedo desde Huelva a bordo de un coche de sustitución, se cruzaron en el camino del oso… O este último, en el de ellos. Sea como fuere, una masa marrón que no pudieron identificar que lanzó sobre la calzada, y ni el intento desesperado de frenar impidió la colisión. Aturdido por el golpe, el oso, ya por fin reconocido como tal, se levantó y deambuló unos instantes por la zona, antes de proseguir hacia la vegetación. Atrás quedaron algunos restos de su pelaje prendidos en el capó; los mismos que sirvieron a las autoridades para confirmar que se trataba de un ‘ursus arctos’, u oso pardo camún.
Desde Aucalsa se ha confirmado a los medios en estos días que la presencia de animales de estas características en la vía, si bien no está a la orden del día, tampoco es tan infrecuente. Por ello, la empresa revisará el vallado que flanquea la autopista, a fin de minimizan el paso de tales ‘visitantes’, y el peligro que entraña el cruce tanto para ellos mismos, como para los conductores.