Ver bien es mucho más que ver nítido. Los problemas de procesamiento visual también pueden afectar negativamente al rendimiento escolar
En un mundo cada vez más digital, la visión se ha convertido en un recurso valioso que impacta directamente en el rendimiento escolar de los niños. Y es que el procesamiento de la información visual, la habilidad de interpretar, comprender y sacar sentido de lo que se ve, va mucho más allá de tener una vista nítida.
Cuando este proceso se ve afectado puede dar lugar a dificultades de aprendizaje que no tienen por qué estar relacionadas con la agudeza visual. Entre los síntomas que sufren las personas que tienen alterado este proceso se encuentran dificultades para distinguir formas, letras, números y colores; problemas para retener información visual a largo plazo; dificultades para percibir relaciones espaciales y temporales; o dificultad para asociar lo que ven con su significado. Por eso, es muy importante que si los niños están están teniendo problemas en el colegio, no se asuma automáticamente que se trata de una falta de interés por su parte, debemos también considerar la salud visual como un factor clave.
Y es que estos síntomas pueden obstaculizar su progreso académico, aunque la buena noticia es que existe una solución: la terapia visual. La terapia visual es un tratamiento que permite a la persona aprender, a través de ejercicios, a utilizar más eficazmente su visión. En Visualia somos especialistas en este tipo de tratamientos, y en nuestras instalaciones de Gijón podemos ayudar a los niños a superar las barreras del procesamiento visual deficiente.
Así, nuestro enfoque en terapia visual utiliza técnicas especializadas para mejorar la capacidad de procesar información visual de los más pequeños. El objetivo es despejar el camino hacia un aprendizaje más efectivo y un rendimiento escolar mejorado.
Cuidar la visión, también en el uso de pantallas
Además del procesamiento visual, las pantallas electrónicas también desempeñan un papel fundamental en el rendimiento escolar. El uso excesivo de estos dispositivos puede afectar negativamente la visión de los más pequeños, lo que a su vez impacta su capacidad de aprender.
Te dejamos algunos consejos sencillos que puedes aplicar para cuidar la vista cuando utilizan los dispositivos digitales: optar por dispositivos con pantallas más grandes para reducir el esfuerzo visual; usar dispositivos en posición horizontal para una experiencia visual más cómoda; ajustar el brillo de la pantalla para evitar la fatiga ocular y la sequedad ocular; o mantener una distancia adecuada entre los ojos y la pantalla.