«Hay que aplaudir y agradecer a la Fundación, a sus patronos y a todos los que participan en una semana de actos y encuentros con el público que recorren toda la región, por el éxito obtenido en cada una de esas actividades»
En 1981, cuando tuvo lugar la primera edición de entrega de los Premios Príncipe de Asturias con el heredero del trono español, el príncipe Felipe, a la edad de 13 años, tanto asturianos como españoles no podíamos imaginar la importancia y repercusión a nivel mundial de ese acto.
Han pasado 42 años desde aquel comienzo y, actualizándonos a los tiempos que vivimos, en el 2014 los Premios pasaron a denominarse Princesa de Asturias, en honor a Leonor de Borbón. Es esta edición del 2023 muy especial para nuestra princesa, porque es el año de su jura de bandera, de su mayoría de edad y de la jura de la Constitución Española.
Detrás de la organización de cada entrega de los Premios está la Fundación Princesa de Asturias, con Leonor como presidenta de honor, Ana I. Fernández Álvarez, que se estrenaba esta edición como presidenta, y Teresa Sanjurjo, la siempre sonriente y amable directora de la institución. Tres grandes mujeres al frente de la Fundación que ha conseguido, un año más, poner Asturias en el mapa y ser noticia en todos los medios de comunicación.
La Fundación Princesa de Asturias tiene como objetivos el contribuir a la exaltación y promoción de cuantos valores científicos, culturales y humanísticos son patrimonio universal, y consolidar los vínculos existentes entre el Principado de Asturias y el título que tradicionalmente ostentan los herederos de la Corona de España. Pues, una edición más, la Fundación ha logrado ambos objetivos, y hemos podido conocer a grandes personas e instituciones: a un deportista, una actriz, un filósofo, una historiadora, un escritor, una organización médica, unos investigadores científicos y una organización sin ánimo de lucro, que han sido galardonados con los Premios del Deporte, de las Artes, de la Comunicación y de las Humanidades, de las Ciencias Sociales, de las Letras, de la Cooperación Internacional, de la Investigación Científica y Técnica, y de la Concordia. Y todos ellos se han convertido, desde ya mismo, en embajadores de Asturias y, por ende, de España.
Hay que aplaudir y agradecer enormemente a la Fundación Princesa de Asturias, a todos sus patronos y a todos los que participan en una semana de actos y encuentros con el público que recorren toda la región, por el éxito obtenido en cada una de esas actividades. Gracias por conseguir la magia de abrir espacios olvidados o en obras, como la antigua fábrica de armas de Oviedo, el teatro Arango hace unos años, o la Tabacalera de Gijón en esta edición para homenajear a Haruki Murakami.
Los Premios Princesa de Asturias se convierten en los mejores embajadores de la cultura, patrimonio e historia de nuestra región, que trasciende a nivel internacional. La gran promoción turística de Asturias, durante toda la semana de los Premios, es incalculable.
Meryl Streep no podrá olvidar el sonido de los tambores y las gaitas que le recibieron ante las puertas del Hotel Reconquista, o en su llegada al Teatro Campoamor. Y el escritor Murakami, seguramente, se sintió arropado calurosamente en un teatro Jovellanos de Gijón lleno de ávidos lectores de sus novelas.
Está claro que todos nuestros premiados se llevarán un recuerdo imborrable y precioso de Asturias y de España.
Una veintena de voluntarios de la organización Mary’s Meals llegados de toda España, invitados por la Fundación a los actos, me transmitieron en el Reconquista que estaban encantados con todo lo que habían visto y vivido, con la cultura y la gastronomía de nuestra tierra, y lo mucho que les estaba gustando la ciudad de Oviedo. Yo aproveché la ocasión para hacer promoción también de mi ciudad, de Gijón y de su playa San Lorenzo.
Gracias, especialmente, a la Familia Real por su cercanía y cariño con todos los asturianos y todos los presentes en cada uno de los actos organizados por la Fundación. La simpatía y la amabilidad del rey Felipe, la reina Leticia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en los saludos, tanto en el concierto del jueves, como en los actos de entrega de los Premios, en la recepción del Hotel Reconquista o en la visita a las parroquias del Pueblo Ejemplar han sido captadas en infinidad de imágenes de cámaras de fotos que recorren todo el mundo.
Me gustaría destacar los discursos de la princesa Leonor y del rey en el acto de entrega de los Premios, siempre tan certeros y que nos hacen llegar al corazón ese sentimiento de amor a Asturias y a España.
Su Alteza Real la Princesa de Asturias, en su intervención, señaló que «el día 31 cumplo 18 años y tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente. Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades».
Y para enmarcar las palabras del rey: «Son muchos nuestros problemas, las soluciones llegarán de la unidad, nunca de la división. La historia de España demuestra que siempre ha sido así».
Nuestra familia Real es, en estos momentos convulsos y difíciles, la mejor garante de la Constitución y de la unidad de España.
Para finalizar, resaltar el cariño, simpatía y guiño a Asturias de nuestra princesa, y así, en la visita a las parroquias de Arroes, Candanal y Peón, dentro de la Comarca de la Sidra, Leonor dijo a los presentes «y a ver si aprendo ya a escanciar». Maravillosa intervención en apoyo a nuestra cultura sidrera que aspira a ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.