Los otoños en Gijón son fríos, ventosos y con lluvia. Y el paraguas se convierte en un accesorio indispensable. Entonces, la pregunta se repite una y otra vez: “¿qué hacer si llueve?”. Lo bueno que tiene Gijón es que siempre está viva y el aburrimiento no es una opción. El plan más recurrente es quedarse en casa, pero ¿por qué no aprovechar este clima para darle una oportunidad a otro tipo de planes que ofrece la ciudad? Te proponemos varias ideas para disfrutar de Gijón con lluvia. Ya no hay excusa para seguir en el sofá.
Planes para días lluviosos en Gijón
- La visita a un llagar
Que en Gijón gusta la sidra es un hecho. Su casco antiguo está repleto de chigres en los que escanciar un culín y que siempre están llenos. Pero, ¿alguna vez has visitado un llagar? Este plan perfecto para un día de lluvia en familia te permitirá descubrir todo lo que se esconde detrás de la bebida más típica de Asturias. En los alrededores de Gijón puedes encontrar distintos llagares que ofrecen visitas guiadas, como por ejemplo Casa Trabanco. Aquí han diseñado una serie de experiencias en las que podrás conocer su historia como lagareros o el proceso de elaboración de la sidra, además de aprender a escanciar o maridar las mejores sidras con los más sabrosos platos asturianos. Un plan diferente y que te encantará descubrir.
- Los museos, un imprescindible
El arte y la historia se respiran en casi cualquier rincón de la ciudad de Gijón, y por esta razón una de las mejores ideas para los días lluviosos es visitar alguno de sus muchos museos. Hay opciones para todos los gustos e intereses, pero uno de los favoritos por todos los públicos es el Museo del Ferrocarril de Asturias. Considerado como uno de los más importantes de Europa dentro de su género, es un plan ideal para los más pequeños de la casa, que se lo pasarán en grande mientras descubren locomotoras y vagones antiguos en los que se pueden subir.
- Una comida de estrella Michelin
¿Tienes una celebración especial? No todos los días se puede ir a un restaurante de estrella Michelin, pero de vez en cuando hay que darse un capricho. Y nada mejor para los días de frío y lluvia que una suculenta propuesta gastronómica. En Gijón hay muchos lugares donde comer bien, y dos de ellos se han ganado ya la estrella Michelin. Uno es el restaurante Auga, un establecimiento ubicado en el puerto deportivo que atesoran Gonzalo Pañeda en las sartenes y Antonio Pérez en la bodega. Un tández capaz de dominar como nadie los principios de la cocina actual sin olvidar los preceptos antiguos. Y el otro es el restaurante La Salgar, junto al Museo del Pueblo de Asturias. Aquí Esther y Nacho Manzano dan cobijo a una propuesta exquisita, tradicional y sofisticada. Imprescindible probar su plato de fabada.
Por María Lastra
Añadiría en cuanto a las visitas de llagares, el de sidra Castañón, que aunque no esté en el concejo de Gijón,creo que por unos metros, tiene unas instalaciones impresionantes y además tiene unos accesos muy rápidos.
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