Paralelamente, otra senderista, con domicilio en Oviedo, hubo de ser evacuada de la misma manera desde la ruta de Tresviso, en Cantabria, tras sentirse indispuesta

Un fin de semana más, las montañas del norte peninsular han demostrado que, pese a su indiscutible belleza y a su atractivo para turistas y senderistas, no son el mejor escenario para padecer algún tipo de mal. Así, el Grupo de Rescate del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) hubo de intervenir el domingo para evacuar por aire a una mujer que se fracturó uno de sus tobillos en la Olla de San Vicente, en Amieva. Y no sólo eso; los homólogos cántabros de dicho cuerpo tuvieron que hacer lo propio con una ovetense que se sintió indispuesta mientras trataba de completar la ruta de Tresviso.
En el caso del incidente ocurrido en tierras asturianas, el Centro de Coordinación de Emergencias recibió el aviso a las 18.39 horas. En la llamada, hecha por uno de los acompañantes de la víctima, se indicaba que estaban haciendo una ruta, y que una mujer parecía que tenía un tobillo roto y no podía caminar. No había acceso rodado a la zona, por lo que se movilizó al equipo de rescate, a bordo de la aeronave medicalizada. Una vez allí, la médica-rescatadora y un bombero-rescatador llegaron hasta la mujer lesionada, a la que atendieron suministrándole analgesia, e inmovilizándole la extremidad afectada con una férula neumática y otra rígida. Ya a bordo del helicóptero se inició la evacuación al Hospital Comarcal de Arriondas. El equipo de rescate dio por finalizada la intervención a su llegada a la base, a las 20.18 horas.
Por su parte, en el caso de Cantabria la senderista, de 59 años y vecina de Oviedo, se sintió indispuesta en el transcurso de la ruta de Udón Tresviso, en las inmediaciones de Liébana, por lo que se precisó su extracción por aire. Así, los rescatadores cántabros la trasladaron a la helisuperficie de Tama, desde donde personal sanitario la evacuó por tierra al centro de salud de Potes.