La portavoz local Vox tacha la expulsión de su grupo del Ayuntamiento de «traición», dice de Foro que «nos ha utilizado» y asegura que tanto ella como Oliver Suárez, presidente de Divertia, pasarán a la oposición
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Vox ha desplegado su más pesada artillería dialéctica para responder a la decisión de su expulsión del tripartito de Gijón, anunciada a las seis de la tarde de este miércoles por la alcaldesa, Carmen Moriyón. En una rueda de prensa convocada a las ocho y media, la portavoz del partido que lidera Santiago Abascal, Sara Álvarez Rouco, y también concejala de Festejos de la ciudad, definió su salida del Ayuntamiento, de la que insistió en que «nos hemos enterado a través de la prensa», como «una traición a la voluntad de la mayoría de los gijoneses, compuesta por distintas sensibilidades del centro y la derecha», y exigió directamente la dimisión de la regidora, alegando que «esta señora, políticamente, no es de fiar».
En el transcurso de su intervención Rouco, acompañada por su ‘número dos’ y presidente de Divertia, Oliver Suárez, y por el presidente de Vox Asturias, José María Figaredo, mantuvo en todo momento a Foro y, más concretamente, a Moriyón como objetivo de sus andanadas. «Foro nos ha utilizado para formar gobierno», aseguró, tajante, e indicó que «hoy hemos sido testigos de cómo la alcaldesa miente descaradamente a la ciudad de Gijón. Se ha quitado más pronto que tarde la careta, dejando claro que sólo quería el voto de Vox para ser investida. Su intención no fue respetar el pacto de gobierno; es fácil prometer lo que no se va a cumplir». Una conducta con la que, a su juicio, Moriyón «vuelve a la senda del último mandato, marcado por el autoritarismo y las piruetas políticas».
Para Rouco, la relación entre Vox y Foro en el Consistorio gijonés durante estos cien primeros días de gobierno conjunto prueban esa dinámica. Según ha afirmado, en ese tiempo la alcaldesa «no se ha reunido ni una sola vez con nosotros. Tendimos la mano desde el inicio con la mejor de las voluntades, pero nos redujo al portavoz, Jesús Martínez Salvador, que día a día daba excusas para no tener ese encuentro; incluso llegó a decir que se lo pidiésemos por escrito». Esa coyuntura no ha facilitado la comunicación entre las partes. En palabras de la líder local de Vox, la pretensión del Ejecutivo de congelar, y no reducir, el IBI, «nos llegó esta mañana, a las 10.30, con el aviso de que debíamos firmar sí o sí, y no supimos más. La concejala (de Hacienda) María Mitre tiene cinco llamadas perdidas mías, y no respondió».
Rouco, sobre el FICX: «No pueden hacerse ahora los nuevos. ¿Con quién se piensan que estaban pactando?»
La misma cuestión del IBI es, según criterio de Rouco, un engaño más, ya que «en el apartado siete del acuerdo de gobierno se recoge el compromiso de reducirlo a lo largo del mandato». Se trataría, empero, de una piedra más en el camino, ya que «no se ha contado con nosotros en las negociaciones». La propia polémica en torno a sus intenciones para con el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) se encuadraría en ese problema. «Hace más de dos semanas que le comentamos al portavoz de Foro el afán de no colaborar con Xega para mantener el Premio Rambal, y en ningún momento se sentaron con nosotros. No pueden hacerse ahora los nuevos. ¿Con quién se piensan que estaban pactando? Estaban pactando con Vox».
Finalmente, Rouco rechazó las acusaciones de la regidora acerca de que su partido obedece órdenes dictadas desde Madrid. «Es nuestra decisión. Miente una vez más. A lo mejor ella tiene algo que sabe de Madrid y, si no es así, miente», aseveró. Del mismo modo, sentenció que no acudirá a la Junta de Gobierno Local fijada para este jueves, aunque sí a la Junta de Portavoces del viernes. Y se despidió confirmando que tanto ella como Oliver Suárez «pasaremos a ser concejales en la oposición».