Miguel Ángel Iglesias, Matilda Torres y Paula Saray Aragón, los tres vencedores de esta edición inaugural del certamen, recogen sus premios, consistentes en lotes de cervezas Scone, de dulces Migaya y de productos Picofino
Vincent van Gogh, Ludwig van Beethoven, Ernest Hemingway, Robert Capa… Cualquier creador que se precie, con independencia del campo en el que desarrolle su talento, coincidirá en una máxima: el arte no entiende de prisas. La paciencia, la sensibilidad y el buen hacer, sí, pero también la paciencia conforman el delicado equilibrio que da como resultado una digna de reconocimiento. Y precisamente esas cuatro virtudes son las que han demostrado Miguel Ángel Iglesias Bousoño, Matilda Torres Rodríguez y Paula Saray Aragón Passo, los ganadores del I Concurso de Fotografía Navideña convocado por miGijón. Sus tres instantáneas constituyen un reflejo muy personal de otras tantas percepciones de cómo la Navidad se vive en la ciudad, y lo acertado del momento, del escenario y de la técnica les han hecho merecedores de otros tantos premios, consistentes en lotes de cervezas Scone, de piezas de repostería Migaya y de productos de la firma Picofino.
A Paula Saray Aragón, merecedora del tercer galardón, la inspiración le llegó por pura suerte el 1 de diciembre, el mismo viernes en que se produjo el encendido de la iluminación navideña en Gijón. Un acontecimiento que la llevó desde Candás, donde reside, a la Plaza Mayor; en ese escenario, pocos minutos después de producirse el ‘botonazo’, captó ‘El Corazón iluminado de Gijón’, como bautizó su propuesta. «Me acuerdo de que hice una primera toma antes del encendido y, cuando se iluminó todo, fue mágico», rememora. Todo un despliegue de emociones para esta amante confesa de la fotografía, quien, pese a no dedicarse profesionalmente a ese arte, no oculta que «me gustaría».
Una situación parecida, y acontecida el mismo día, fue la de la joven aficionada Matilda Torres, a quien ‘Luces cálidas me hacen soñar’ ha convertido en segunda clasificada. Estudiante de Bachillerato, su instantánea, captada en las atracciones instaladas en el Paseo de Begoña, es todo un homenaje no sólo a la Navidad en sí, sino al carácter familiar que esta festividad entraña. «Fue un día muy bonito para mí; poder salir con mi familia, recorrer las luces… Elegí esa toma porque, al verla, me gustó mucho», admite. Como en el caso de Aragón, su pasión por la fotografía viene de lejos; tanto es así que, «a los doce años, me regalaron mi primera cámara».
No obstante, si hay alguien que entiende de veteranía fotográfica, ese es Miguel Ángel Iglesias, vecino de Cocheras y vencedor absoluto de esta edición inaugural del certamen… Eso sí, gracias a la inestimable ayuda de su hija, Sofía Iglesias Cortes, cuya labor de ojeadora resultó crucial para que ‘La estrellona y el autobús’ se hiciesen realidad. Y es que fue ese elemento, que se yergue en los Jardines del Náutico, el que inmortalizó en su imagen, surcado por la estela de uno de los autobuses urbanos de Gijón. «En un principio, la intención era hacer la ‘estrellona’ y, detrás, la iglesia de San Pedro, pero cuando me puse a ello ya había anochecido», apunta Iglesias. De modo que varió sus planes; su hija se apostó a poca distancia y, cuando se acercó el autobús, le dio el aviso. «¡Y a la primera!», ríen ambos, felices y orgullosos.
Un mérito, no obstante, alimentado por una experiencia dilatada, pues Iglesias, aun dedicándose a la soldadura en Avilés, lleva años cultivando su afición. «Hago fotografías de paisajes, de retratos de reconstrucciones históricas… Aunque es la primera vez que me presento a un concurso», indica. Y todo apunta a que su hija seguirá sus pasos. Mientras estudia 3º de ESO, y se prepara para formarse en Filología Inglesa y Psicología, no esconde que «la fotografía me gusta, y mucho».