El ente asturiano repite una campaña inaugurada en 2022 para fomentar el consumo de productos de cercanía y facilitar que los trabajadores «puedan adquirir lo que quieran o necesiten en cada momento»
Queda menos de un mes y medio para que la Navidad llegue con todo su esplendor, haciéndose sentir tanto en hogares como en puestos de trabajo. Y, en estos últimos, son muchos los empleados que aguardan con impaciencia el siempre anhelado momento de la entrega de la habitual cesta navideña por parte de sus empleadores. Una tradición que, no obstante, en el Principado vivirá una pequeña modernización por segundo año consecutivo. A la vista del buen resultado cosechado hace doce meses, la Unión de Comerciantes de Asturias, junto a entidades de Oviedo, Langreo, Aller, Mieres, Luanco y Grado, ha vuelto a poner en marcha su campaña para que aquellas empresas con más de veinticinco empleados que lo deseen reemplacen las cestas por tarjetas regalo, canjeables en comercios de proximidad de sus respectivos municipios. Por ahora, la propuesta apunta bellas formas; en los últimos dos días, sólo en Gijón ya se han adherido 150 negocios.
«Esperamos que siga calando en las empresas, porque no deja de ser una cesta asturiana, con la que intentamos fomentar el consumo local», plantea Sara Menéndez, presidenta de la Unión, quien ha protagonizado esta mañana la presentación de esta segunda iniciativa, acompañada por el presidente de Comercio de Oviedo, Ignacio del Río, y su homóloga de Mieres, Mercedes Olavarrieta. No obstante, más allá de potenciar esa asistencia a los establecimientos más cercanos, la campaña persigue alcanzar una segunda meta: ayudar a flexibilizar tanto la salida como el disfrute de los posibles contenidos de la cesta. Tal como Menéndez acota, «por un lado, los comerciantes ofrecen todos esos productos; por otro, los trabajadores que reciben la tarjeta pueden canjearla por lo que más quieran o necesiten en ese momento, desde un turrón o un jamón, hasta unos zapatos o una colonia».
La estrategia, que nació a petición de la Fundación ALCOA poco antes de la Navidad de 2022, «intenta fomentar esa circularidad. Y, aunque la iniciamos tarde, el año pasado funcionó bien». A ello ayuda a que las compañías participantes sólo se les cobrará por aquellas tarjetas que se lleguen a entregar. Las expectativas no son en absoluto negativas, como tampoco lo son para el periodo navideño en general, del que el comercio asturiano espera que desemboque en una «buena campaña». Y, como estas son fechas impregnadas de tradiciones, el pistoletazo de salida lo disparará el próximo viernes 24 de noviembre el Black Friday, verdadero bautismo de fuego de la temporada.