«Por fin algo diferente, atractivo, popular, entrañable y acogedor en el barrio alto. Y es que cuando se sabe de un sitio, de su atractivo y necesidades, pasa precisamente lo que acontece estos días en Cimavilla»
Mucho me temo, queridas y queridos, que el verano se nos está yendo de las manos como lo han hecho del paladar el bonito y las sardinas, que han acabado también con sus respectivas temporadas de pesca. Una pena, sí.
Aunque esta despedida, a mi entender, no está siendo para nada traumática. Es como cuando un amor te va dejando de gustar poco a poco y al decidir darle carpetazo sabes que nunca más te vas a acordar de él. En fin, son pensamientos en alto, tonterías.
Lo que no son ninguna bobada son los conciertos organizados por la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento. Por fin algo diferente, atractivo, popular, entrañable y acogedor en el barrio alto. Y es que cuando se sabe de un sitio, de su atractivo y necesidades, pasa precisamente lo que acontece estos días en Cimavilla. Así que desde aquí un aplauso a Miguel Barrero, director de la fundación, conocedor del entorno y asistente discreto en los eventos musicales que contarán con teatro de pasacalles, actuaciones corales, folk, tonada, bandines por las calles e intervenciones de arte urbano y nuevas tecnologías.
Abriendo el Festival Al Resve, así se llama esta novedosa propuesta municipal que contará con diferentes emplazamientos a lo largo del barrio alto, la actuación de Toli Morilla en la Plazoleta de Jovellanos. Guitarra en mano y acompañado de su grupo, el cantautor presentó los temas de su último disco “Canciones transgénicas para el mundo mascota”, ante un concurrido que poco a poco fue llenando los asientos distribuidos con la distancia de seguridad permitida en estos momentos.
Como tendremos festival para rato, justo coincidiendo con lo que serían las fiestas de Cimavilla, es decir hasta el día 19, también hubo momento para los vecinos más jóvenes. El escenario de excepción, la antigua Casa del Chino. Acogiendo desde hace años la Asociación de Vecinos Gigia, el coqueto edificio se hace adornar estos días con parte de las esculturas de cartón utilizadas en otras ocasiones para engalanar las calles de “Cimata”. Amenizando la jornada mañanera del sábado, David Varela y Alicia Álvarez, esta última voz y guitarra de Pauline en la Playa. Con su libro-disco “Kikirikikí” se hicieron en los coros con dos “personinas” de lujo, sus hijos Xana y Mael además de unos espectadores de lo más apasionados. Todo un éxito.
Como recordábamos al comenzar el relato, hay actividades que se despiden hasta el verano que viene, como ocurre con Los Conciertos de La Terraza, de Laboral Ciudad de la Cultura. Aunque teniendo a la conocidísima Tere Rojo para poner broche final y cerrar a lo grande el conjunto de actuaciones, en vez de entristecernos podemos aplaudir a rabiar por el ingente e importantísimo elenco de cantantes que pisaron el coqueto escenario de la terraza ubicado en el Patio Dórico del grandioso edificio.
Para la cantante este es un año muy especial. Cuarenta años formando parte de las orquestas más famosas de Asturias hasta llegar a la entrañable y aplaudida Orquestina (Damasco, Veracruz, Metrópoli, Alquimia y Trípoli).
Lía Marcos, Charly Blanco y Tere Rojo, ensayando el tema que cantarán ambas cantantes duo
La actuación con acceso restringido tendrá lugar hoy a las 20.00 horas. En el escenario Rojo se acompañará del arreglista y pianista Charly Blanco, perfecto amigo y conocedor de los temas que le gusta cantar a la artista. También se subirán a las tablas, como invitados del concierto, Marta Álvarez y Ceferino Otero, compañeros de fatigas y también voces indiscutibles del panorama asturiano.
Aunque sin ninguna duda, el momento más emotivo para la gran artista lo protagonizará con su hija Lía Marcos.
La joven, recién licenciada en diseño gráfico, voz conocida en los locales con música en directo, gusta arrancarse por soul, blues, jazz y es fácil escucharla en el clásico Savoy, templo gijonés donde suena buena, buenísima música en directo, a cualquier hora. Hoy acompañará a su madre en uno de los temas.
En fin, ya al principio del relato anunciaba que no es tan fastidioso despedir al verano. Lo haremos con música diez, en un marco sin precedentes (aunque nosotros siempre lo olvidamos) y rodeados de buena gente. No hay que pedir mucho más, ¿verdad?
Pues a mi dame pena que se pierdan los Remedios y La Soledad organizados por les vecines Cimavilla.