La menor, nacida en 2006, tiene una discapacidad física del 71%
Un gijonés acusado de abusar sexualmente de su nieta, menor de edad y con una discapacidad física del 71%, ha aceptado dos años de prisión al llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en el juicio celebrado este jueves en Gijón. En virtud del mismo acuerdo, el procesado ha aceptado la prohibición de aproximarse a la menor, a menos de 500 metros, a su domicilio, lugar de estudio, de trabajo, cualquier lugar donde se encuentre, y prohibición de comunicarse con ella, ambas durante 12 años, y la medida de libertad vigilada durante cinco años con las medidas que se determinarán en ejecución de sentencia.
De acuerdo al relato fiscal, reconocido posteriormente por el acusado, este, nacido en 1943, en tes días indeterminados de los meses de enero, febrero y julio de 2020, se encontraba al cuidado de su nieta, nacida en 2006, cuando su madre no se encontraba en el domicilio. El procesado, que no convivía con la adolescente, la besó en la boca e intentó tocarle los pechos, no consiguiéndolo, al lograr evitarlo la niña colocando sus brazos.
La menor tiene reconocida una minusvalía física del 71 por ciento, no teniendo afectada sus facultades psíquicas. A consecuencia de los hechos, la adolescente presentó síntomas elevados de ansiedad asociados a situaciones sociales, sin menoscabar su autoestima. El acusado reconoció los hechos e indemnizó a la menor, a través de su representante legal, con anterioridad al juicio. La Fiscalía consideró los hechos como un delito de abuso sexual continuado de los artículos 183.1 y 183.4 apartado d) del Código Penal, con relación al artículo 74.1 y 3 del Código Penal. Concurre la circunstancia muy cualificada de reparación del daño.